viernes, 5 de septiembre de 2014

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El expreso a Thule Drinking Game

El otro día, tras leer un libro de marketing que había robado de la biblioteca hacía varios lustros y que apareció en un cajón como un amor de verano, de improviso, me dije: ¿cómo puedo hacer para mejorar mi marca personal? ¿Hay algún método para incentivar a posibles lectores para que lean el blog? ¿Debería devolver el libro a sus legítimos dueños y afrontar el castigo aparejado o paso de todo?

La respuesta se descubrió diáfana: el vicio. Como el vicio de la carne está sobreexplotado y ya no tiene efecto en una sociedad inundada de porno en cualquier ámbito, me decidí por la bebida. Y de ahí surge este "Drinking Game", práctica que hizo un amago de convertirse en tendencia hará unos cuantos meses pero que se quedó en un quiero y no puedo, como la carrera musical de Estefanía de Mónaco.

Las instrucciones son sencillas. Se imprime esta maravillosa imagen, se la coloca uno junto al portátil, la tablet o los libros recientemente publicados, y se comienza a leer hasta que se dé alguna de las circunstancias que se describen en el tablero. En ese caso, deberéis beberos un chupito. De lo que sea. Yo no voy a juzgar.

Advertencia: Está diseñado para que os pilléis una cogorza de campeonato, así que si sois abstemios o, como yo, no bebéis alcohol, os recomiendo que toméis algo más suave, como el Champi o el gintonic con pepino.


PD: No devolví el libro.

Tras las sugerencias recibidas por parte de los lectores con ganas de fiesta, pongo a disposición de todos una edición extrema del juego de beber de El Expreso a Thule, solo para metahumanos con voluntad de hierro, hígado de acero y seguridad social al día. Si alguien decide jugar, que sepa que lo hace por su cuenta y riesgo. Si os morís luego a mi no me vengáis a echarme la culpa. Si acaso como en la escena aquella de Los Cazafantasmas, pero avisad antes para que esté despierto, que luego pienso que es un sueño y claro, no se disfruta igual.

lunes, 14 de julio de 2014

A la chica del topless

Las tetas de esa rubia,
la tierra prometida.
Turgentes prominencias,
la Atlántida perdida.

Quién en su boca pudiera
disfrutar de esas quimeras.
Lamer y morder dulces pezones,
pocas cosas en el mundo hay mejores.

Naturales o implantadas
aunque, espero, bien tocadas
pues un desperdicio sería
si acaso no fuera así.

Y si no mi maestría,
mis ganas y mi alegría
a su disposición yo pondría
para hacerla muy feliz.

Pero mientras el milagro llega,
solo las miro y las veo,
las estudio, las releo,
en mi boca, entre mis dedos.

Los pechos de esa rubia hermosa,
y mi siesta interrumpida.
Gloriosas cumbres coronadas en rosa,
marcadas quedan a fuego, por el resto de mi vida.

lunes, 9 de junio de 2014

En Twitter no se folla

En twitter no se folla,
qué pena y que desgracia.
En Twitter no se folla,
¿quizás en Alemania?

Yo me apunté a esto
con objetivo definido:
encontrar un huerto fértil
donde plantar mi pepino.

Hago fav y Rt a tuits incluso sin gracia,
sigo a chicas pervertidas,
los consejos de Esperanza Gracia...

Pero nada de esto sirve
porque en Twitter no se folla
y no es porque tengan novios,
es por exceso de labia.

Mucho tuit sobre Felipe,
la tortilla sin cebolla,
el coletas de Podemos
y Rodríguez de la borbolla (Mi TL es muy raro)

Y se pierde el objetivo,
se dispersan las meninges,
una palabra tras otra
y ni una mísera teta,
para llevarse a la boca.

¿Será quizás por eso
que en Twitter no se folla?
¿Falta calor humano?
¿Faltan cuerpos en pelotas?

Al final no queda otra
que volver a darle a la mano,
hasta que en Twitter se pueda
hacer algo muy marrano.

En Twitter no se folla.
Qué pena y qué desgracia.
En Twitter no se folla
pero mi email es veranodeldescontento@gmail.com
(por si a alguna le interesa)