lunes, 20 de noviembre de 2006

Por qué me levanté esta mañana.

Los lunes por la mañana
yo solía descansar:
ver la tele, "estudiar",
más que nada dormitar.
Hoy debiera haberlo hecho
en lugar de saltar del lecho
y ponerme a caminar.
Miedo y nervios se juntaban
y no me dejaban en paz.
En la biblioteca me esperaba,
como en un improvisado altar,
un deseo inextinguible:
alguien a quien poder amar.
Paseaba confiado en al fin poder colmar
ese hueco de mi alma,
años de soledad sin par.
Animado alli llegué,
deje que las horas pasaran
esperé, esperé y esperé
deseando con dolor
que su rostro apareciera
por el dichoso umbral.
La hora del cierre llegaba,
sin noticias de ella estaba.
Aquello acabaría mal.
La espera llegó a su fin,
las puertas ya me cerraban,
sólo quedaba sufrir.
Casi sin mirar atras,
lentamente, paso a paso
empecé a caminar.
Triste, abatido, sólo,
sin nadie a quien amar.
¿por qué me levanté esta mañana?
por una esperanza vaga, estúpida, vacia y vana.
Sólo eso y nada más.

sábado, 11 de noviembre de 2006

R-Éxodo

En el puesto fronterizo Sehk-II, la vida era tranquila. Los nubios habian firmado la paz meses atras y la tranquilidad reinaba en ambas riberas del Nilo. Únicamente dos soldados formaban la patrulla fronteriza junto al anteriormente conocido como estado de Canaán: Ank y Apis.

Llevaban meses tostandose al sol, sin otra ocupación que la de contemplar el horizonte y garantizar el libre tránsito de mercancias con sus vecinos semitas, cuyo volumen de negocios era de 2 cabras al año. En definitiva: se aburrian.

Aquella mañana no era muy diferente a las otras. Apostados uno junto al otro en lo alto de una vieja atalaya de observación, velaban por la seguridad del pais o al menos eso quería pensar Ank pese a que poco a poco le iban afectando las quejas de Apis.

- Alistate en la guardia de palacio, me decian. Conocerás mundo... si todo el mundo que voy a visitar es este terruño infernal, más me habría valido quedarme recogiendo los excrementos del escarabajo sagrado de Jepri.

Los minutos se arrastraron penosamente sobre la ardiente arena del desierto, hasta que algo sacó a los dos guardias de su reflexivo silencio.

- Hey Ank, ¿estás viendo lo que yo?

- ¿el qué?

- ¡¡¡Mira allí!!! - Apis señalaba una inmensa columna de polvo que avanzaba hacia ellos a gran velocidad- ¿qué puede ser?

- Mmm, yo diría que un iceberg, puedo olerlos a kilometros.

- ¿A mediados de Julio? - pregunto Apis extrañado

- si

- ¿moviendose a 25 km/h?

- si

- ¿en mitad del desierto?

- si

- suerte que tenemos un bote ¿eh Ank?

- ya lo creo Apis.

La nube de polvo los alcanzó sentados en una desvencijada canoa de papiro con unos estridentes chalecos salvavidas a medio inflar, pues en esos tiempos no existian los infladores manuales.

Momentos antes del choque con la supuesta masa de hielo cerraron los ojos y se encomendaron al gran Anubis, pero la nube de polvo se detuvo y no solo eso, sino que terminó posandose en el suelo, dejando al descubierto a miles de personas con sus pertrechos a cuestas.

Al no sentir el fuerte impacto, los guardias abrieron los ojos, encontrandose ante ellos a un venerable anciano de barba cana y aspecto cansado.

- Saludos soldados. Soy yo, Moises.

El extraño, que se habia convertido en el portavoz de la inabarcable masa de gente, hablaba fluidamente el egipcio aunque se trababa con la H, seguramente debido a su avanzada edad.

- venimos a ver al faraón - continuó con cierta dejadez - mi pueblo y yo queremos solicitar asilo político en Egipto.

Apis y Ank se miraron extrañados. Habian oido hablar de Moises y sus alegres judíos, los cuales habían salido huyendo del país 50 años atras por "diferencias irreconciliables" con los sindicatos. ¿Qué hacian allí de nuevo? En cualquier caso nadie podia traspasar las fronteras del país a no ser que fuera mercader y así se lo hicieron saber a Moises

- pero nosotros lo somos, vendemos.... ah si, papiros del libro de los muertos- replicó este.

- ¿quienes? ¿los.... por cierto cuantos sois? - quiso saber Ank

- 87.000 personas, 35.000 burros, 20.000 cabras y 60.000 mujeres.

- muchos papiros tendriais que vender... - durante un segundo la mente de Ank buscó febrilmente una solución, que llegó al comprobar cómo Apis jugueteaba con uno de los burros.

- Apis - vocifero enérgicamente - monta en ese asno y ve a informar directamente al faraón de lo que pasa aquí y si los guardias te ponen pegas diles que te envia su cuñado.
Y así, veloz como sólo puede serlo un burro, partió hacia el palacio real.

El gran faraón Seti II estaba reunido con sus consejeros tratando los mundanos asuntos de gobierno, cuando entró a toda velocidad un polvoriento soldado oliendo a estiercol por cuyo uniforme supo que era de la guardia fronteriza.

- Habla soldado, antes de que mande ahogarte en la fuente de Heliopolis- ordenó el faraón.
En otro momento, la amenaza de Seti hubiera aterrorizado a Apis, pero tras 6 horas de viaje en burro por heterogeneos caminos, habia dejado de sentir su entrepierna y eso le preocupaba aún más.

Con voz firme describió para los presentes a la masa de desarrapados que aguardaba en los límites del imperio la hora de entrar en él para hacer a saber qué. El faraón escuchó seriamente sin mostrar sorpresa o desconcierto alguno (quizás la mascara tras la que ocultaba su cara ayudara un poco). Cuando Apis terminó de hablar, el silencio se hizo en la sala.

- Bien, que venga su representante -exclamó el faraón- ah y dile que puede traer a un amigo si quiere.

Las horas pasaron y el silencio de los pasillos de palacio era roto esporádicamente por el grito agonizante de algún consejero cuyos consejos no habian sido del todo acertados, o al menos así se lo habia parecido al faraón.

Cuando finalmente llegaron Apis y los dos representantes israelitas: Moises y su hermano Aarón, la reunión habia casi concluido. Tras ser anunciados por un esmirriado egipcio con voz de pito, los hebreos tomaron asiento frente al trono. Conocedores de las costumbres de la corte, no dijeron palabra hasta que el faraón les preguntó el motivo de su visita.

- vera usted - comenzó timidamente Aaron - nuestro pueblo desearia asentarse de nuevo en la tierra de sus padres, para poder llevar una vida en paz y bienestar.

El faraón los miraba de hito en hito, sorprendido por tamaña decisión.

- deberia guardaros rencor por matar a mi hermano mayor, pero gracias a eso yo heredé el trono, asi que os permitiré exponer los motivos por los que deseais volver en lugar de tiraros a los cocodrilos.

Aarón respiró aliviado.

- gracias su magnanimidad. Gracias a su buen gobierno y a sus medidas fiscales junto con la privatización de la agricultura, Egipto es la nación más prospera y poderosa de la tierra - el faraón asintió complacido, adoraba que le hicieran la rosca- y nosotros habíamos pensado que igual podriais compartir vuestra riqueza, dada vuestra fama de solidario.

- pero ¿no fuisteis vosotros, los que estuvisteis dando la tabarra durante meses por huir de estas fértiles tierras para crear vuestro propio pais en una tierra de la que manaba leche y miel? un cuento chino esparcido por vuestros empresarios pero que no dudasteis en creer.

- pues si, y en un principio las cosas nos iban muy bien, pero ya se sabe, en cuanto surge la oportunidad de enriquecerse la gente se corrompe y nuestros dirigentes se corrompieron muy pronto, los únicos que se enriquecieron aparte de ellos fueron los prostíbulos.

Ya se que aquí mi hermano Moises hizo algunas "travesuras" pero era sólo un mandado. Para que su excelencia vea nuestra buena voluntad, volveremos con nuestro antiguo status de esclavo...

El faraón no le dejó terminar la frase.

-¿os llamamos alguna vez esclavos? - preguntó airado por escuchar esa falsedad.

- ciertamente no - balbuceó Aaron - pero el mensaje estaba implícito en los latigazos.- Afirmación ante la cual asintió Moises- debe reconocer que muy libres no eramos, pero bueno pelillos a la mar, no hablemos más de ello. ¿Qué me dice, podemos volver?

Seti II se hundió en sus cavilaciones y a no mucho tardar lanzó su veredicto:

- solo queremos un número limitado de personal cualificado, con 200 fulanas será suficiente. El resto marchaos a otra parte y rápido, esta vez ni siquiera una columna de fuego podrá salvaros de mi ira, he inventado una cosa llamada cuerpo de bomberos para luchar contra ella.

Abatidos, los israelies se dispusieron a abandonar la sala, mientras por lo bajini Moises musitaba una maldición con la virilidad del faraón por objetivo.

- si me permite una sugerencia alteza - era la voz del consejero de infraestructuras la que habia osado alzar su voz sin permiso, pero sin duda el motivo era importante- como le he estado comentando, andamos faltos de trabajadores manuales, estos israelies nos vendrian muy bien...

- eso es mentira- gritó una pequeña figura que se escondía tras una de las cortinas- como periodista junior y representante de los estudiantes, puedo decir que mis compañeros harian con gusto cualquier clase de trabajo.

- si claro, cualquier clase de trabajo que tenga relación con los escribanos o los sacerdotes, a vosotros os querria yo ver bajo el ojo de Horus cargando piedras.

- tal vez si no nos dieran tan fuerte con el látigo... - replicó el lider estudiantil

- bah, sois unos blandengues, y por cierto ¿qué haces tú aquí? tu opinión no nos importa. Que te has pensado que somos: ¿griegos?- le espetó el consejero.

El faraón intentó zanjar la discusión, pero el consejero y el estudiante ya habian llegado a las manos y en su lucha estaban destrozando el salón, alterando a los presentes. El único que parecia ajeno a todo era el sacerdote mayor, que hacia cuentas frenéticamente en su tablilla.

Un soldado irrumpió de improviso en la sala.

- señor, los nabateos vienen remontando el Nilo en piragua- gritó, desconcertado por la escena que se desarrollaba en el lugar.

Fue la gota que colmó el vaso, la ira surcó el rostro del faraón.

- fuera de aquí todo el mundo, a partir de ahora no quiero que entre en este país ni una mosca. Que se destine a los estudiantes a las minas, y por protestar que les doblen el número de latigazos.

- ¿y ahora quien nos va a pagar las pirámides? - lamentó el sacerdote observando sus cálculos- cada día hay menos jovenes.

Pero su advertencia fue en balde pues nadie le escuchó. Ni siquiera los israelies, que nada más comenzar el follón habían puesto pies en polvorosa acompañados por Apis. No iban a volver a ese país de locos ni muertos.

Ya en el campamento, a una señal de Moises, la masa ingente de personas recogio sus bartulos dispuesta a reemprender viaje.

- ¿donde ireis ahora?- preguntó Ank, que en la ausencia de su compañero había aprovechado para intimar con una dulce morena.

- probaremos suerte en las tierras del oeste, donde termina el mundo. Me han dicho que siempre están de fiesta, necesitarán alguien que trabaje por ellos. Además, hacen una paella para chuparse los dedos.

La nube de polvo que formaban los exiliados se fue alejando, hasta que al final únicamente quedaron Apis y Ank, apostados uno junto al otro en la atalaya de observación.

- oye Ank, ¿si eres familia del faraón, cómo es que te mandó a este lugar dejado de la mano de los dioses?

- Por celos Apis, me acosté con su mujer.

lunes, 30 de octubre de 2006

Las fábulas de Mr Roboto: La clase de Francés

Era el primer día de curso. Mr Roboto recorría nervioso los pasillos camino del nuevo aula donde pasaría el resto del año. El sonido bullicioso de los alumnos charlando animadamente le tranquilizó, y pronto, invitado por antiguos compañeros, se unió al jolgorio dominante.

Estaba comentándole a quien quisiera escucharle que Marilyn Manson no era el niño de Aquellos maravillosos años, cuando el silencio cayó sobre el lugar. Como en las películas de suspense, allí estaba la profesora de francés (y del idioma también) una vieja conocida de cursos anteriores.
Rápidamente cada uno ocupó su asiento y la profesora comenzó a pasar lista:

- Anacleto Ramirez.

- Presente.

- Aurelia pellón.

- Sa.

- Mr.... vaya, vaya- dijo para sí sorprendida mientras intentaba hallar entre el bosque de caras que se arremolinaban junto a ella, la más que familiar faz de Mr Roboto, lográndolo a los pocos segundos.
Tras el saludo protocolario: cuanto tiempo, ¿va todo bien?, ¿qué tal el verano?, ¿me prestas el Seat Panda el fin de semana?... empezó la clase.

- Para recordar tiempos pasados, comenzarás tu Mr Roboto, a ver, ¿donde te gustaría trabajar a ti?
Hasta entonces la idea de Mr Roboto de recordar viejos tiempos, consistía en una cena a la luz de las velas en la terraza de una suite imperial del Waldorf Astoria, llevando poca ropa además, pero como no iba a ser posible, buceó en lo más profundo de su mente en busca del vocabulario que tanto le había costado memorizar, hasta que finalmente fue capaz de decir:

- Je veux travailler a la gare.

Estaba convencido de que eso bastaría para que la profesora fijara su atención en otro, pero en lugar de ello, la estupefacta maestra quiso saber qué es lo que llevaba a alguien a no aspirar a un puesto de funcionario.

-¿ En qué puesto exactamente? - todo ello en el perfecto francés que tras años de desuso ha olvidado, pero que en aquel entonces le sirvió a Mr Roboto para responder:

- Barriendo el suelo.

Había olvidado las palabras que usaban los gabachos para referirse a banquero, político o astronauta, solo se le ocurría eso. En ese momento echó de menos no tener un diccionario a mano o haber nacido en París.

Moraleja: sin idiomas, a lo más que llegarás será a barrendero (que con el sueldo que tienen no está nada mal tampoco)

martes, 24 de octubre de 2006

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Pornotrix

Un suntuoso serrallo de un califa cualquiera. Innumerables cortinas penden del techo creando múltiples recovecos. El jadeo de una chica se va haciendo más audible mientras la camara va sorteando el laberinto de cortinas, hasta enfocar a una exhuberante peliroja con los brazos alzados, amarrados por sendos trozos de una tela que parece seda. Sus piernas están en vilo, sostenidas por un fornido joven que la penetra salvajemente.

Varias posiciones aderezan la escena, siendo el resultado de todas ellas el mismo: una mujer jadeante de placer. Finalmente el joven eyacula en la cara de la chica y se tumba junto a ella a disfrutar el reposo del guerrero. Sin darse cuenta se queda dormido. Oscuridad. Una suave voz en off perteneciente a una mujer se introduce en sus sueños llamándolo.

Voz en off: Cirineo, cirineo.... Despierta!!!

El fornido joven abre los ojos. Se habia quedado dormido en su mesa de trabajo mientras navegaba por páginas porno. En el monitor se puede ver un video de una película porno con la escena que hace poco estaba viviendo. De los holoposters que cuelgan de las paredes de su habitación se proyectan imagenes tridimensionales casi reales de mujeres en posturas eróticas.

Cirineo (en voz baja para si): quien midiera 30 cm y estuviera hecho de luz....

No ha hecho más que levantarse y recoger un paquete de cleenex, cuando llaman a la puerta. Va a abrir.

Tecnoyonki: Hey Cirineo, tio, ¿tienes mi mierda?

Cirinero entra en su apartamento, en busca de un cd con shows lésbicos entre transexuales y se lo da al Tecnoyonki.

Tecnoyonki: Este es mi hombre. Eres el hacker más jodidamente bueno que he conocido. Vente, te invito a una orgia.

Cirineo: no se, he tenido una pesadilla. ¿Alguna vez has soñado que vives una gran mentira, una vida que no es la tuya y has tenido la sensación de que pronto alguién te la arrebatara?

Tecnoyonki: Claro, siempre que me quedo sin pirulas, venga vistete que las chicas se nos van a enfriar.

Cirineo entra en su apartamento por última vez. Se quita el pijama de ositos que tenia puesto y se pone una gabardina de cuero. Se va dando un portazo. Tras un corto viaje en coche llegan a un viejo almacen donde se esta celebrando una fiesta por todo lo alto. La gente copula en el sitio más insospechado. Cirineo deja su gabardina sobre la encargada del guardaropa que se está masturbando y se pierde entre la multitud. No sabe a que chica ensartar primero. A su espalda una mujer con la misma voz del sueño le llama.

Virginity: ¿tú eres Cirineo verdad?

Cirineo: el mismo que viste y calza, bueno más lo de calzar ya me entiendes. ¿Y tú eres....?

Virginity: Virginity
Cirineo: Si sigues junto a mí, no por mucho tiempo nena.
Virginity: miralo que gracioso. Y dime, ¿Por qué te llaman cirineo?

Cirineo mira hacia su entrepierna.

Cirineo: Júzgalo por ti misma

Virginity asiente con la cabeza, parece indiferente.


Virginity: si, ya veo que tienes un buen... cirineo.

Cirineo: En realidad me llamo Manolo, pero es un nombre carente de chispa, de fuerza, de garra, vamos que es una mierda de nombre para un hacker. Imagínate alguien que te ve y dice: "Mira, por ahi viene el hacker Manolo". No me tendrian respeto.

Virginity: Ajá.. te he estado observando un rato y me preguntaba... ¿quieres hacerme el amor?

Cirineo: (enseñando las manos) ¿dónde crees que estoy aguantando mi copa?

Virginity: bien, sigueme entonces.

Como la abeja que sigue a la miel (en caso de que la miel que se moviera), Cirineo sigue a la extraña chica a un edificio cercano, lejos de la bacanal. Virginity es muy rápida y pronto se pierde en la oscuridad. A tientas Cirineo recorre los oscuros pasillos, hasta que unos poderosos brazos tiran de él al interior de una habitación que al instante se ilumina. En el centro de la misma, sentado en una butaca, se encuentra un hombre corpulento de tez oscura. Le flanquean dos espectaculares chicas, una rubia y Virginity, que mira distraida al suelo.

Morfalo: Bienvenido Señor Anderson, tome asiento.

Un sofa aparece de la nada tras Cirineo, que busca asombrado el sitio de donde habrá salido. Al no encontrarlo se sienta y escucha pacientemente lo que tiene que decirle el doble de Shaft.


Morfalo: Mi nombre es Morfalo, seguro que has oido hablar de mí.

Cirineo: pues la verdad es que no.

Morfalo: No importa, soy el lider de un grupo antisistema.

Cirineo: ¿Uno de esos que queman mcdonalds para luego irse a comer a la competencia?

Morfalo: No Cirineo, y como no dejes de interrumpirme te metere un polo de chocolate por donde nunca te ha dado el sol. Bien, como iba diciendo, tanto ellas (señalando a las chicas) como yo, somos humanos liberados. No se si te has dado cuenta Cirineo, pero la realidad en la que vives no existe.

Cirineo: ya me extrañaba a mi que Paulina Rubio tuviera éxito...

Morfalo: ese es uno de los efectos colaterales del sistema. En realidad todo esto que ves, es producto de las máquinas. Unas terribles máquinas que en estos momentos amenazan la existencia de la única ciudad libre que nos queda a los hombres. Son los vibradores, no se si alguna vez has visto uno.

Cirineo: En una fiesta algo extraña en la que abundaba el cuero. Sí, se lo dolorosos que pueden llegar a ser.

Morfalo: Cirineo, estás aquí porque el oraculo te ha designado como el elegido.

Cirineo: ¿el elegido para qué? y ya que estamos, me parece muy bien todo esto que me estas contando, pero ¿es necesario que la rubia te la esté chupando mientras hablamos? es que me desconcentra.

Morfalo: eres el elegido para derrocar al creador de Pornotrix (el mundo artificial en el que nos movemos ahora) y detener así la amenaza que pende sobre nuestro pueblo. Sólo tú puedes conseguirlo, pero no te podemos obligar a nada, es tu decisión. Y ahora vamos a follar un poco que hemos hablado demasiado y la gente se va a coger un catálogo de modas (Virginity acerca una bandeja a Cirineo con dos preservativos) Si eliges el rojo, despues del polvo no recordarás nada de lo que hemos hablado, si eliges el azul un nuevo mundo se abrirá ante tí.

Cirineo: ¿y además del nuevo mundo ese, se abrirá de piernas la morena? (señalando a Virginity)

Morfalo: por supuesto.

Cirineo: Entonces venga esa goma azul cielo.

En las dos butacas se entremezclan las piernas, las lenguas y los fluidos corporales. El coito acaba pronto.

Morfalo: Bien, ahora vamos a ver al oraCULO. Tenemos que asegurarnos de que eres de verdad el elegido. Ya llevamos tres chascos.

Tras ponerse (sólo) sus respectivas gabardinas, los cuatro suben a una limusina con la que recorren la ciudad. Les persiguen en un coche un par de agentes vestidos de negro. En el asiento de atras de la limusina, la rubia le hace una felación a Cirineo hasta que este eyacula sobre su cara una pelota de ping pong. Cirineo se sorprende.

Rubia feladora: No te preocupes, es un rastreador de Pornotrix, ahora ya no podra seguirnos nadie.

La felatriz coge la pelota y la lanza al interior de un bar llamado "La Ostra Azul", despistando a los agentes que se introducen en el mismo, pensando que Cirineo está allí. A los agentes no se les vuelve a ver el pelo en toda la película.

Finalmente la limusina de Morfalo se para en un burdel de los bajos fondos. Mientras las chicas esperan en el coche, los hombres suben al piso de la oraCULO. Tras pasar por una sala en la que un grupo de prostitutas aprenden a colocar un condón con la boca, llegan a la habitación del oraCULO: una afroamericana de esplendoroso trasero, que tumbada en la cama redonda que preside la estancia, les hace un gesto con la mano. Morfalo asiente, deja que Cireneo entre sólo y cierra la puerta.

Cirineo: oiga, esto me va a costar muy caro ¿verdad?

oraCULO: no te preocupes, paga el negro de la puerta. Tú ven aquí y follame.

Polvo místico entre la oraCULO y Cirineo, cuyas auras se iluminan con cada embestida. Hasta que llega el momento del climax para nuestro heroe.

oraCULO: cuidado, no te corras en mi cara.

Cireneo se corre en tiempo de bala en su cara, desoyendo su advertencia.

oraCULO: aprende esta lección ¿si no te hubiera dicho que no te corrieras en mi cara, te hubieras corrido?

Cirineo: si no te hubieras puesto de rodillas ante mi polla con la boca abierta, haciendome gestos con la lengua y los ojos.... no tengo ni idea. ¿pero que se puede aprender de eso?

oraCULO: que en la vida real a las mujeres no les va que te derrames en su cara, sin embargo yo disfruto como una perra.

Cirineo: eres muy rara ¿lo sabías?

oraCULO: será el agua. Puedes irte Cirineo. Recuerda: para dar con el Pajillero deberas encontrar al putero de las llaves, es todo lo que tengo que decir. (hace una ligera pausa, intentando recordar algo) Ah, son 50 dolares, diselo al morenazo antes de irte.

Una vez reunidos con las chicas, se desconectan de Pornotrix yendo a parar al interior de una nave.

Morfalo: Virginity, enseña la nave a nuestro invitado, yo voy a ver si doy con el paradero del putero.

Virginity: por supuesto. (dirigiendose a Cirineo) acompañame.

Tras un recorrido por las distintas dependencias de la nave, llegan a una sala con varios monitores y un sillón de cuero desgastado frente a una enorme pantalla que muestra en esos momentos a un innumerable grupo de consoladores abriendose paso en la roca.

Virginity: Y este es el puente de mando de la "concha voladora". Como verás es algo rudimentario, pero en Pollón carecemos de los adelantos de Pornotrix. Eso que ves en el monitor es el ejército que debes detener.

Cirineo no presta atención a lo que le dice, pero la mira fijamente. Dulcemente le coge las manos y las acerca a su pecho.

Cirineo: Virginity.... yo.... te quiero...

Virginity: (interrumpiendo su frase) yo tambien te quiero Cirineo.

Cirineo: .... echar un polvo.

Virginity: ...... bueno (se queda pensativa) eso tambien me apetece.

Cirineo y Virginity retozan como conejos durante su época de celo. Para una descripción detallada del polvo, esperad a la película. Terminando con la consiguiente corrida en los pechos de la morena defensora de la humanidad, con efecto de tiempo de bala incluido. Tumbados uno junto al otro en una cama que ha aparecido en el puente de mando de la "concha voladora" se fuman el cigarrito de despues.


Cirineo: Oye Virginity, ¿cómo estás tan segura de que yo soy el elegido? Hasta hace unos días sólo era un hacker del montón, bueno era el mejor pero está mal que yo lo diga ya sabes, y ahora me encuentro al mando de una misión que intenta evitar el caos y la destrucción.

Virginity: despeja tus dudas. La oraCULO me dijo que únicamente el elegido me desvirgaria.

Cirineo: pues cuando te has acostado conmigo muy virgen no eras ¿eh?

Virginity: esos son pequeños detalles, además lo dice el guión y punto.

Morfalo irrumpe en la habitación y se lleva a Neo a la sala de conexión. Es hora de volver a Pornotrix. Van en busca del putero de las llaves, el guardián del Pajillero, el único que puede impedir la devastación de Pollón. Son transportados al interior de un bus atestado de rubias pertenecientes al equipo de bikini de Noruega. En contra de lo que espera la gente, no se monta una orgía con las rubias deportistas. Se bajan en unos grandes almacenes.

Morfalo: es aquí. En la sección "caballeros".

Tras unos interminables minutos en las escaleras mecánicas llegan a dicha sección. Un tipo oriental con un mantel que dice "No cobro a las guapas" reconoce a Morfalo y se pierde tras uno de los probadores. Presto le siguen y en lugar de un espejo con doble fondo, se encuentran con un largo pasillo que recorren hasta llegar a una inmensa estancia rectangular a cuyas lados se distribuyen varias camas, todas ocupadas por jovenes diosas nacidas de los sueños de un magnate del porno, menos una de ellas que desentona por la asimetria exagerada de sus rasgos. Enmedio de ellas, está el oriental.

Putero de las llaves: Soy el putero de las llaves, pero pueden llamarme "puti" ¿en qué puedo ayudarles?

Morfalo: queremos ver al Pajillero, puti.

Putero de las llaves: ya conocen la condición, deberan ser capaces de abrir la puerta.

Cirineo: Pero si aquí no se ve ninguna, además no tengo ninguna llave encima ¿piensas que como voy vestido puedo llevar algo tan frio como una llave de metal?

Putero de las llaves: Andas desencaminado mi joven amigo, Pornotrix surgió del sueño onírico de nuestro creador, todo es una metáfora. El coño de una mujer es la puerta de la vida, y el pene del hombre la llave que la abre. Sólo tirandote a una de ellas podras llegar a las estancias del Pajillero, amo y señor de Pornotrix.

Morfalo se pasea entre las filas de chicas y señala a la poco agraciada.

Morfalo: Cirineo, creo que es ella. Ella es la puerta.

Cirineo: bueno pero habrá que probar si con las demás se puede ir a alguna parte. ¿quién me va a decir que mañana no voy a tener ganas de ir al cine? ¿y a quién le pido el coche eh?, quizás alguna de ellas me lleve allí.

Morfalo: pero vas a perder el tiempo, un tiempo valioso para los habitantes de Pollón. Y es...

Cirineo: lo sé, pero es que la otra no tiene sex appeal, no hay feeling, ni atracción, en resumen es feísima. Además aquí se hace lo que mande el elegido que soy yo, que para eso le hice ver el cielo a Virginity.
Morfalo: como si hubieras sido el único....

Pero Cirineo no ha podido escucharlo, porque se ha lanzado sobre un par de rubias que le reciben con las piernas abiertas.

Tras dejar exhaustas a 2 rubias, una morena y una pelirroja, a Cirineo no le queda más remedio que afrontar su destino. Se dirige apesadumbrado a la cama de la fea, que le espera dando botes de alegria en ella.

Cirineo (a Puti): ¿no viene mucha gente a visitar al Pajillero verdad?

P.LL.: muchos han venido, pero ninguno ha llegado a verlo.

Cirineo: por qué será que no me extraña... Venga hija, dejame ver tu altar, que le voy a poner una "vela"

Poco a poco va acercando su pene aún duro como una roca pese al trabajo ejercido a la vagina de la fea, cuando está a punto de entrar en su "cueva del placer", cierra los ojos

Morfalo: venga, de un tirón, asi será menos desagradable.

Cirineo: todo por la patria!!!

De una embestida, hunde la soberbia longitud de su falo en las entrañas de la fea, siente el calor que lo rodea, pero al abrir los ojos, se encuentra en mitad de una estancia en penumbras, con cuatro monitores en los que se pueden ver distintos actos sexuales. Frente a ellos se sienta un hombre. No tiene más de 45 años, vestimenta desaliñada: vaqueros y una camiseta que dice "Bésame soy sysadmin".

Cirineo: tú debes ser el Pajillero del que tantos hablan...

Pajillero: ¿qué hombre no lo es?

Cirineo: pues tienes razón (echando un vistazo a su alrededor) oye, esperaba esto algo más.... tecnológico. Queda un poco cutre esos cuatro televisores ahí. Ni siquiera son de plasma.

Pajillero: No has venido aquí a hablar de mi pauperrimo mobiliario Cirineo, déjate de chuminadas.

Cirineo: Cierto, he venido a impedir la invasión de los consoladores asesinos.

Pajillero: Jajaja llegas un poco tarde para eso, contempla el monitor (coge un mando a distancia universal de una mesilla y apunta nerviosamente a uno de los televisores con escaso éxito, pronto se va impacientando) vaya por dios (golpeando el mando a distancia contra su rodilla) se le han acabado las pilas. ¿Serias tan amable de poner el canal 14? Si (señalando al primer monitor de la izquierda) Hoy día sin pilas recargables no vas a ningún lado. En fin, contempla la perdición de tu pueblo

En el monitor se suceden imagenes caóticas de enormes vibradores de latex que sobrepasan las murallas de Pollón, para introducirse en las humedas váginas de las habitantes que intentan desesperadamente desembarazarse de ellos. Estas comprueban pronto que igual los consoladores no son tan malos y comienzan a disfrutarlos, uniendose en grupos de chicas que se autoestimulan oral y manualmente. Tras acabar con las pilas de todos y cada uno de los vibradores, la guerra termina con un inesperado resultado. Las mujeres abandonan Pollón en busca de frios compañeros de cama a los que poder recurrir juegue el Madrid o no. Los hombres se quedan entristecidos con sus miembros en la mano.

Pajillero: Jajajaj, habeis perdido. Ahora os tendreis que matar a pajas como hago yo.
Cirineo: he fracasado en mi misión.

Pajillero: Te equivocas Cirineo, desde el principio tu misión fue llegar hasta aquí junto a mí: tu creador.

Cirineo: pero ¿para que?

Pajillero: para follar, por supuesto.

Cirineo: no te ofendas pero no eres mi tipo, además si eres mi creador seria incesto. Tío eres un pervertido... ¿y además cómo es eso de que tu me creaste?

Pajillero: no seas bruto hombre, conmigo no. (Chasquea los dedos, y tras una puerta aparecen Virginity, Morfalo y la oraCULO.

Pajillero: venga hijos mios, a follar como animales.

Dejando de lado que teóricamente Virginity es su hermana (total, una vez más...) y olvidando de un plumazo el misterio de su origen, empieza una orgia que termina con un cumswapping entre la oraCULO y Virginity. La camara se va acercando a sus bocas repletas de semen....

Chorreones del mismo, se deslizan por la pantalla. Algunos se unen para formar la palabra FIN. (Asqueroso sí, pero a los degenerados que ven este tipo de películas seguro que no les importa,¿quién ha visto una película porno hasta el final?)


Epílogo: Se buscan actrices para los muchos papeles femeninos del film. Con el fín de ahorrar costes, me sacrificare y asumiré los roles de la totalidad de los personajes masculinos. Interesadas, ya sabeis mi mail.

miércoles, 11 de octubre de 2006

Sé lo que hicisteis el último verano.... azul

- Nooooo, nooooo, no nos moveran. Noooo, noooo, no nos moveran, porque...
- Cálla ya por dios. Un kilometro más así y salto del coche te lo juro. No se cómo se me ocurrió recogerte.
- Ay piraña, tú siempre fuiste el más bueno de todos. Tienes el corazón igual de grande que tu estomago...
- Y dale, que no me llames más piraña que con 36 años suena raro, que yo me llamo Miguel, leches. Y no estoy gordo, es un problema de hormonas.
- si ya, de las hormonas de los 4 pollos que te has comido antes cuando paramos a echar gasolina jijiji
Miguelito, alias el piraña, conducía por la Nacional 20 camino de un pueblecito de Málaga, cuando la figura de una hippy con guitarra haciendo autostop le hizo parar en la cuneta, con la esperanza de que le hiciera el viaje algo más "animado" (no se si me entendeis). Por desgracia para él, la oscuridad que imperaba a esas horas de la madrugada, le impidió distinguir los rasgos de la chica hasta que la tuvo sentada al lado. Se quedó sin habla: era Julia. La viej... la mujer con la que habia pasado aquel verano inolvidable en aquel pueblo inolvidable con aquella pandilla inolvidable, que sin embargo se habia olvidado de él.
Despues de separarse al finalizar aquel verano de hace 25 años, no se habian vuelto a ver. Con los mayores era lógico, entraron en el instituto y no querian saber nada de un pobre niño con problemas de integración debido a su sobrepeso que aún jugaba con los madelman; pero lo de Tito le dolió. Despues de las correrias que habian protagonizado juntos, tenia la esperanza de haber conseguido por fín un amigo en quien confiar. Pero cuando el primer día de clase, Tito habia pasado junto a él como si no le conociera, juró no volver a pensar en aquella panda de desagradecidos a los que tanto habia ayudado con su sapiencia.
Así pues decidió centrarse en sus estudios, terminando años despues la carrera de ingeniero informático o de telecomunicaciones, tanto da. Su vida era tranquila y algo aburrida, hasta que un par de días atras, recibió una extraña carta sin remitente, en la que se le citaba en una determinada dirección de Nerja, aquel pueblo cuyo recuerdo se habia esforzado por borrar.
Y de esa forma, sin saber por qué, se habia embarcado hacia la aventura (huyendo de paso de la polícia, que lo buscaba por delitos informáticos varios) y habia ido a encontrar a Julia, la pintora, la cual habia recibido la misma misiva que él.
Tras una delirante noche, entre canciones de Maria Ostiz y Janet, llegaron al amanecer a la plaza del pueblo. Junto a una fuente de la misma, sentados en la terraza de un bar, se apiñaban sus antiguos amigos. Aún Tamizados por el paso del tiempo y algo estropeados, seguian perfectamente reconocibles: Bea charlando distraida con Desi que parecia no hacerle mucho caso, y en la mesa de al lado, Javi y Tito echando un pulso mientras detras suya Pancho no paraba de llorar. El reencuentro fue cálido teniendo en cuenta que hacia años que habian perdido todo tipo de contacto.
- ¿y a Pancho qué le pasa?- preguntó el piraña, tras intercambiar con los demás breves descripciones de lo que han sido sus vidas hasta el momento.
- aquí fue donde Chanquete me dió 20 duros para que fuera a comprarle tabaco y dejó que me quedara con 3 cigarros- gimió de manera lastimera Pancho para a continuación seguir llorando.
Javi preguntó si ellos tambien habian recibido la misteriosa carta, Julia se sorprendio de que estuviera al tanto, pero para algo era Javi policia, suspendido de empleo y sueldo en la actualidad por un asuntillo que no quiso desvelar y que provocó una mueca de disgusto en Bea cuando se tocó el tema.
- Estamos todos entonces ¿no?- preguntó Tito mientras se levantaba de la mesa y dejaba una pequeña propina al camarero (2 botones de una antigua camisa)
- Mmm, creo que sí- respondió Bea- venga, vayamos al lugar de la cita.
Paseando por entre las familiares callejuelas, apenas cambiadas desde la última vez que las pisaron, fueron a pasar frente a la taberna de Frasco, que presentaba un aspecto ruinoso y abandonado. Un quejido rasgó el silencio de la mañana.
- aquí es donde Chanquete me mandaba a comprar vino peleón.
- Oye Pancho, ¿qué le pasó a la taberna?- preguntó Desi - y toma un pañuelo que te vas a poner perdida la camiseta. Hay cosas que nunca cambian ¿eh?
- algunas semanas despues de que os fuerais, Frasco desapareció en extrañas circunstancias y no se le volvió a ver. El ayuntamiento quiso echar abajo el edificio para construir un bingo, pero siempre que se acercaban los trabajadores, eran recibidos a perdigonazos pero no se sabe muy bien quien era el responsable de los disparos y pronto corrió el rumor de que la casa estaba embrujada.
- bueno, mi olfato policial me dice que el responsable era el mismo Frasco, lo que no queda tan claro es por qué abandonaria el negocio para luego no dejar que el erario público se hiciera cargo de él
- Vale Javi, ya sabemos que eres policia, llevas dando el coñazo con ello desde que te vimos- le dijo Desi con cara de asco.
No pudieron contener su sorpresa cuando descubrieron que la dirección que aparecia en el misterioso mensaje correspondia a la del viejo caserón donde vivia aquel extraño mago que obligo al Piraña a travestirse. Cuando se acercaron a la puerta, vieron en ella un pergamino con otro mensaje: "se lo que hicisteis ese verano"
- A ver, pillastres- increpó Julia- ¿que habeis hecho durante las pasadas vacaciones?
- Pues... pues.... ah bueno- comenzó Javi- hace un par de años dejé embarazada a mi vecina y me mudé de casa antes que aceptar la paternidad del niño.
- No hombre, debe ser algo en lo que todos estuvimos involucrados y ya sabemos cuando fue la última vez que estuvimos juntos- dedujo muy acertadamente Tito - aparte de robar la ropa interior de Desi, no se me ocurre otra cosa...
- ¿cómo? pequeño pervertido, deberia haberte atropellado con mi bici. Bea tuvo que sujetarla para evitar que se pegaran, pero en el forcejeo le dio un bofetón a Pancho y se armó la marimorena.
Mientras los muchachos discutian, ninguno percibió como la pesada puerta metálica empezaba a ceder, cayendo con un crujido sobre Julia, clavandola en el suelo como una alcayata.
- Mirala, al fín ha vuelto a la tierra de donde vino, como siempre quiso- bromeó Tito, recibiendo la mirada reprobatoria de las chicas, que jamás olvidarian cómo las ayudó cuando pasaron de niña a mujer.
Para distender la situación, Javi propuso ir al barco de Chanquete. Para ello tenian que recorrer un peligroso desfiladero, pero como ya el sol estaba saliendo y ninguno de ellos habia bebido, no les importó.
- este desfiladero no estaba antes ¿verdad pancho?
- que va, pero la erosión del mar, unido al cambio climático y al efecto del "niño" en las corrientes marinas hizo que un gran porcentaje de la costa se perdiera..
Pancho no pudo terminar con su disertación, fue interrumpido por el grito desesperado de Desi, que caia al vacio al haber sido golpeada por una lechuga que apareció de no se sabe donde.
- mira, casi parece un angel- bromeó Tito, con bastante mala leche.
Apenados, la menguada pandilla continuó su camino. Al pasar junto al huerto, Pancho no pudo reprimir sus sentimientos.
- Aqui es donde Chanquete me hacia recoger la siembra todas las primaveras, mientras él dormía la siesta... buuaaaaa
- controlate Pancho, no podemos estar toda la vida lamentandolo.
- ya lo se Javi, pero ¿no te das cuenta? nos dejó, se fue al otro barrio, murió... yo pensaba que esas cosas solo pasaban en las películas, y sin embargo... - y volvió de nuevo a su introspectivo llanto sin decir más.
Algo asustados, menos Tito que siempre fue un inconsciente, llegaron por fin al desvencijado barco, al que los años se le notaban demasiado. Ni siquiera las polillas se habian dignado en hacer del imponente navio su cena. Y no hubieran entrado de no ser porque en la puerta habia un papel que asi lo indicaba. Salvo por una pequeña mesa con varias viandas, el interior estaba totalmente vacio. No habia ni rastro de la cama donde Chanquete pasó sus últimas horas, lo que evitó una nueva llorera de Pancho, al que sin embargo le empezaron a asomar las lagrimas cuando vio una tira de paja, con toda seguridad parte en otro tiempo del sombrero que solia portar el viejo marino cuando se ponia a tejer las redes.
Mientras los demás intentaban hallar alguna pista que les ayudara a resolver el misterio, Tito se acerco a la mesa y cogio una rebanada de pan con tomate a la que no dudo en hincarle el diente.
- Mira piraña, ¿quien soy?- dijo mientras se afanaba en introducir la inmensa hogaza en su boca. De haber sabido que esas serian sus últimas palabras, las hubiera elegido mejor, porque resulto que el pan estaba envenenado y Tito cayo muerto al instante sobre la mesa dejando al descubierto un mensaje grabado en ella con algun objeto punzante: "En el mirador encontrareis la muerte, ya vereis".
Bea y Pancho comenzaron a llorar presa de los nervios.
- Nooo, esa mesa era donde Chanquete comía, ¿quien habrá podido destrozarla de esa manera?
-Bueno ya solo quedamos 4 y está claro que debemos tomar el control de la situación. Vayamos al mirador a ver que encontramos- dijo resoluto Javi.
- Mmm, perdona, pero ¿no seria más lógico llamar a la policia?- sugirio el Piraña.
- ¿la policia? yo no me fiaria de un cuerpo que me deja a mi ingresar.
Ante la tensión creciente entre los dos, Bea decidio mediar entre ellos.
- Sometámoslo a votación, pero tu voto no vale por dos ¿eh piraña?
De cualquier forma aunque hubiera valido, no habria conseguido nada, porque fue el único que voto por dejar el asunto en manos de las autoridades competentes.
Para evitar accidentes innecesarios, decidieron volver al pueblo por la playa. La fina arena bajo sus pies les trajo gratos recuerdos, como aquella vez que hicieron el longuis cogiendose de la mano retando al viento. Decidieron detenerse para disfrutar del paisaje, a saber cuando volverian... de pronto, el rumor de las olas se fue haciendo más y más inteligible...
- ¿escuchais eso?- preguntó Bea- viene del mar.
- Te doy, te doy, te doy no más. A ti, asi, al borde del abismo....
En efecto, la música venia de las profundidades del abismo. Pronto Bea se vio hechizada por ella, y sin poder evitarlo, empezo a danzar y a danzar, introduciendose cada vez más en el agua, hasta que finalmente desapareció bajo ella, ante la atónita mirada de los chicos, que habian quedado paralizados por el efecto de la melodía.
Una vez que desapareció toda esperanza de rescatarla con vida, la música cesó y recuperaron el control de sus cuerpos. Un estallido de furia sacudió a Javi. Aunque hacia mucho tiempo que no la veia, no podia olvidar los maravillosos años que pasaron juntos, antes de que ella le pidiera el divorcio al pillarle con una mulata de nombre Divine, en el asiento trasero de su coche patrulla.
- y tu que ¿eh?- increpó a Pancho, que contemplaba impertérrito la escena- ¿ahora no lloras?
- es que a Chanquete no le caia bien- fue todo lo que dijo antes de echar a andar.
- Tranquilizate Javi, venga vamos al mirador con suerte estara alli el asesino y le haremos pagar por todo lo que ha hecho. Piraña lo agarro del brazo tirando de él.
A duras penas, consiguieron llegar. En el centro de la desierta plaza encontraron el cuerpo agonizante de Pancho. Piraña dejo a Javi en un banco y corrio en su auxilio.
- Pancho, tranquilo, te pondras bien- la típica mentira que se suele decir, puesto que el corazón de Pancho no estaba en su sitio
- No importa, ahora soy feliz, me voy con Chanquete.
- pero quien te ha hecho esto, responde, ¿quien?
- la taberna- consiguió murmurar antes de exhalar la ultima bocanada de aire.
Tras conseguir un cuchillo de caza y un bate de baseball en la ferreteria del pueblo, se dirigieron a la tasca de Frasco (única taberna del lugar). Piraña echó la puerta abajo de un cabezazo y se adentraron en la negrura. Todo estaba desordenado. Mesas, sillas, cabezas de toro disecadas... acumulaban polvo por el suelo de la sala. Javi encendió un mechero y la estancia se iluminó lo suficiente como para revelar una puerta secreta tras la barra. Tras ella se extendia una caverna por la cual andaron con precaución, para desembocar en una inmensa sala de alta tecnologia.
En una de las paredes se alineaban sendos tubos semitransparentes en cuyo interior se vislumbraban varios cuerpos humanos
- Bea!!!!- gritó Javi al reconocerla en uno de esos tubos. Dejando de lado cualquier precaucion se abalanzo sobre él, pero al tocarlo, una descarga eléctrica lo dejó inconsciente en el suelo. Al instante las luces se apagaron. Y un foco iluminó el centro de la habitación del cual surgio una tenebrosa figura vestida de negro.
- Soy yo.. Frasco.
- Que sorpresa- dijo con sorna el piraña- quien lo hubiera dicho.
- No te rias de mi maldito.Ahora solo quedas tú y por fín podre llevar a cabo mi maligno plan.
- y podrias decirme cual es?; no se, tengo derecho ¿no?
- ¿que te crees que es esto? ¿un telefilme? No me pase 3 años haciendo de extra en el Minihollywood de Almeria para caer en un truco tan poco elaborado. Y ahora, muere gordo.
El piraña se vio apuntado por una escopeta recortada. Estaba perdido. Espero- pensó - que allí arriba el menú sea bueno, o mejor, espero ir ahi arriba. Cerró los ojos y escuchó el disparo.
Pasaron los segundos pero él seguía de pie en la gélida estancia.
- ¿soy inmortal?- dijo para sí
- abre los ojos hombre- la misteriosa voz venia de detras suya. Le hizo caso y vio el cuerpo inerte de Frasco en el suelo. Al girarse se encontró ante él a un hombre 6 años mayor que él con un humeante revolver en su mano izquierda.
- vaya me has salvado, ¿quien eres?.
- ¿tú tampoco?- gritó indignado el extraño- soy QUIQUE, Q-U-I-Q-U-E. Ya no te acordabas de mí ¿verdad?
- si, si que me acordaba- mintió el tembloroso Piraña siguiendo la máxima de que jamás hay que llevarle la contraria a quien lleva un arma- lo que pasa es que estás tan cambiado... ahora estás mucho más guapo, que no es que antes no lo fueras, bueno ya me entiendes....
- Hombre gracias- los nubarrones desaparecieron de su rostro y Piraña pudo respirar tranquilo- Ayudame a sacar a nuestros amigos de ahi.
- ¿no están muertos? - el Piraña dudaba, nadie podria haber sobrevivido a tantas desgracias.
- que va, Frasco los necesitaba vivos. Planeaba crear una imagen holográfica viva de Chanquete con los recuerdos de todos nosotros, a los que por otra parte nos culpaba de su muerte, por haberle dado tanto el coñazo con problemas que ni le iban ni le venian. El proceso nos hubiera convertido en zombies.
- entonces a ti tambien te envio la carta...
- no, por eso lo maté. Lo que os pase a vosotros me trae sin cuidado, estoy harto de estar a vuestra sombra. De hecho, si no tuviera esta cara de bueno os mataria yo mismo.
Y así, doloridos pero unidos como antaño, cada uno volvió a su casa con la firme promesa de no perder el contacto, menos Quique al cual se olvidaron en el bar del pueblo...

jueves, 28 de septiembre de 2006

Las noches en Casa Juani

Me encontraba vagando por las calles a una hora en que ni siquiera los serenos están despiertos. Mi mujer, corrijo, mi futura ex, era la causante de ello. Apenas unas horas antes, me había enterado por medio de un compañero que mi mujer se acostaba con mi jefe y además amigo. No queriendo creerle pero con la mosca tras la oreja puesto que, para ser sinceros, algo me olia, decidí tomarme la tarde libre y volver pronto a casa. No hace falta decir que les pillé en una situación comprometida que no se podía explicar como una simple visita en busca de algún informe traspapelado. Todo fue muy tópico. No sabía si aquello era real o un episodio de alguna estúpida teleserie.

No abrí la boca, no me puse hecho un basilisco como pensaba que haría, no les insulté, ni les amenacé, ni les arrojé el pesado cenicero de plata que decora la cómoda a la entrada de la habitación, ni siquiera lloré aquella traición. Me di la vuelta, cerré la puerta y me fui.

Absorto en un pensamiento vacío, puesto que si el cerebro es capaz de apagarse el mío lo había hecho sobrecargado por las eléctricas imágenes de los dos cuerpos entrelazados, estuve deambulando por la ciudad. Pronto las callejuelas por las que serpenteaba dejaron de ser ligeramente familiares, para serme totalmente desconocidas. Se podría decir que me había perdido, de no ser porque para perderse es necesaria la voluntad de querer ir a alguna parte.

Sin rumbo fijo, sin saber qué hacer, estuve así varias horas, hasta que una pequeña piedra a la que había propinado un puntapié con la esperanza de que me sirviera como catalizador de la rabia que se suponía debía atormentarme, golpeó la acolchada puerta de entrada de un pequeño edificio de dos plantas, junto a la cual pude distinguir entre la negrura de la noche, una placa dorada que rezaba: Casa Juani. Desde 1903 consolando a los necesitados.

El edificio, de reciente construcción por mucho que pusiera en la placa, estaba en aparente calma. Por sus ventanas no escapaba un solo destello de luz. Algo, no se qué, quizás el deseo de volver a tomar las riendas de la situación, me empujó a llamar a la puerta. Golpeé fuertemente la aldaba, y no tuve que esperar mucho hasta que una señora mayor, de unos 50 años, bastante atractiva por cierto,me abriera.

- Usted debe ser la madame- pregunté sorprendido por el porte distinguido de la dama.

- Y usted debe ser la primera vez que viene- respondió ella-. Puede llamarme Juani. Si gusta pasar... Al fondo a la derecha encontrará el bar, en unos minutos podrá elegir la chica que sea de su agrado.
Sin pensarlo mucho me dejé llevar. Me senté en un taburete en la desierta barra y le pedí un gin-tonic al aburrido barman que se distraía escuchando por la radio uno de esos programas donde la gente desahoga sus problemas. Todavía aturdido me bebí la copa de un trago. Y con el vaso vacío aún en la mano, afloró a mi memoria los momentos felices que había pasado con ella. Una ligera tos a mi espalda impidió escarbar más en la herida. Me di la vuelta y a punto estuve de golpear con mi brazo a la madame.

- Bien chicas, podéis pasar- gritó al vacío.

De una puerta lateral empezaron a desfilar frente a mí mujeres de todo tipo de alturas, razas, edades... Me sentía como un niño al que sueltan en una tienda de juguetes y le dicen que escoja el que más le guste. Y como tal, me llevó bastante tiempo decidirme, teniendo que dejarlo a la elección de la madre fortuna, en forma de moneda de 50 céntimos.

Al final, fue una francesa de ojos celestes, melena oscura, pechos recios y acento sinuoso la que me llevó a su habitación. Mientras ella se ponía más cómoda (aún más) eché un rápido vistazo a la austera sala; apenas una cama, una pequeña mesa y un par de sillas rústicas.

Pese a la situación, no podía dejar de darle vueltas a lo que había visto en mi habitación. Y cuando Francine, que así se llamaba la chica, se tumbó en la cama dispuesta a entregarse a mi pasión, me vi incapaz de hacer nada.

- Cherie, ¿tú me engañarías con otro? - pregunté distraido, con la mente puesta en un polvo ajeno que, mucho me temía, aún estarían disfrutando.

- Sólo cuando no te quedara dinero, honey. Hasta entonces te sería totalmente fiel.

Una respuesta lógica teniendo en cuenta de quién venía. Tuve que rendirme a la evidencia.

- Creo que no se puede esperar más lealtad de nadie que la que se compra con dinero- observé sin mucho convencimiento. Hasta entonces había sido un idealista, de los que creen en el amor para toda la vida basado en la fidelidad. Obviamente estaba equivocado.

Francine vio la oportunidad de no tener que entregar su virtud para recibir su estipendio y como si de una experta psicóloga se tratase, se ofreció a escuchar mi penosa historia, cosa que hice durante 10 interminables minutos.

- Y lo peor de todo - concluí- es que ha sido con mi mejor amigo.

Ella se quedó meditando unos instantes su respuesta.

- Si bien es cierto que el amor inflama la pasión mas fría, no menos cierto es que crea amistades que durarán por siempre. Y este lecho sobre el que estamos sentados es testigo de lo duradero que es el amor, no te quiero decir la amistad...

- Perdona, no te entiendo.

- Quizás me expliqué mal, aunque hace tres años que vivo en España, todavía no domino el idioma.

- Espero que la lengua sí - inquirí algo más animado.

- Bien, veo que vas recuperando el humor, lo que venia a decir, es que la amistad se forja en el interés. En un interés económico, emocional.... es lo que mueve el mundo, la búsqueda del provecho propio.

- Es una visión muy triste del ser humano- comenté para mí. Sin embargo, al reflexionar unos instantes, me dí cuenta de que posiblemente tuviera razón. Así que me levanté, comencé a desnudarme y lancé una mirada de lujuria a Francine que le dejó bien claro que el tiempo de hablar había terminado.

- Y ahora, prepárate - dije poniendo mi voz más melosa- porque vamos a afianzar nuestra amistad.

lunes, 18 de septiembre de 2006

Anoche fui... el tráiler de Optimus Prime

¿Sabéis lo que es pasar la mayor parte del tiempo alejado de vuestra media naranja, de ese ser sin el cual estaríais incompletos y no tendría razón de ser vuestra existencia? Pues ese es el pan de cada día con el que tengo que lidiar.

Los desplantes son habituales cuando tu pareja es un superhéroe pero lo de Optimus es enervante. No hay día que salgamos a pasear y no aparezca de tras un risco, uno de esos deleznables Decepticons con ganas de aguar la fiesta. Claro, es lo que pasa cuando no follas, que te da por hacer planes para conquistar el mundo y evitar de esa forma que los demás puedan follar, quedando todo el mundo al final bien jodido.

Así que cuando eso pasa, mi marido se tiene que transformar (que otra cosa no, pero qué chasis tiene el tío) y me tengo que recorrer el desierto de vuelta, totalmente sola; que por cierto, a ver cuándo me lleva a un sitio sin tanto polvo; aunque ahora que lo pienso, igual es una indirecta para que mantengamos relaciones más a menudo, pese a que le he dicho infinidad de veces que mis amortiguadores no están ya para muchos trotes, que de una embestida suya me puede sacar la carga de sopetón, el muy bruto.

Entre nosotras, si se preocupara más por mí y menos por liarse a tortas con sus amigotes, habría más "movimiento" en nuestra relación. El que no me llamaran para aparecer junto a él en la próxima película que va a protagonizar ha sido la gota que colma el vaso. Si ni siquiera ha protestado levemente por haberseme ignorado y suplantado por una buscona con muchos menos kilometraje y mejores tapacubos...

¿Sabéis lo que os digo? Que si prefiere estar salvando al mundo y pasear con fulanas antes que compartir su tiempo conmigo, que se quede con ellos. Buscaré en mi agenda... puede que Kitt todavía esté soltero.

martes, 22 de agosto de 2006

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Las fábulas de Mr. Roboto: El leñador y la mascota desaparecida

Caminaba un fornido leñador por el bosque, cuando el llanto de una joven le llevó hasta un claro del mismo, en cuyo centro se hallaba sentada una joven pastora que lloraba desconsolada.

-¿Qué le ocurre, señorita? - preguntó el leñador amablemente.

- Es mi mascota - logró decir entre lágrimas la chica -. Dejé la puerta de la granja abierta ayer y se escapó y ahora no lo encuentroooo...-.  Las lágrimas inundaban las suaves mejillas de la muchacha entre gemido y gemido. El leñador se compadeció de ella y se ofreció a ayudarla a buscar al desaparecido animal.

- ¿Qué clase de mascota es?

- Precisamente aquí mismo tengo una foto suya - respondió ella al tiempo que le mostraba una instantánea de un pequeño conejo blanco que sostenía entre sus patas un trozo de zanahoria -. Se llama Mateo, es pequeñito y muy suave.

- Tranquila, en un santiamén lo tendrás entre tus brazos de nuevo.

Y allí que partió el leñador pensando ya en la forma en que la chica le agradecería el traer de vuelta a su conejo. Durante un par de horas se abrió paso entre matorrales y ramas con escaso éxito. Ya se disponía a darse por vencido, cuando a lo lejos vio una diminuta forma blanca entre el follaje. Presa de la excitación salió corriendo hacia él, con tan mala suerte que tropezó con un tronco cayendo al suelo sobre una afilada piedra que le cercenó la testa de un tajo limpio.

Moraleja: Si una mujer te enseña su conejo, cuidado porque puedes perder la cabeza por él.

lunes, 31 de julio de 2006

Anoche fui... Tritina una ficha del Tetris

Vivo en el planeta Vime, donde habitan los personajes de los videojuegos una vez termina su jornada laboral. Soy muy amiga de la pala de Pong, una anciana muy agradable que me da zumo de shaders y galletas siempre que le ayudo a cortar el césped de su casa. La conocí hace unos años en el supermercado, cuando me devolvió el melón que le había lanzado por accidente. Mi padre me dijo que como castigo debería trabajar para ella durante una semana, pero el barrio me gustó y, además, nadie hace las galletas de chocolate como ella.

Mi ciudad es Cubilandia, en guerra permanente contra las bolas azules de Marble Madness que no hacen más que restregarnos por la cara a los cubiles su oronda perfección. Ya les gustaría tener unos ángulos como los míos, porque yo soy esa figura del Tetris con forma de escalón. Soy la más odiada del juego, pero no es culpa mía que vuestra distribución espacial sea comparable a la de una marsopa borracha, no sé para qué queréis una dimensión más si ni siquiera sois capaces de dominar las 2D. Se que preferís a la estirada de la barra, al compacto cuadrado e incluso a ese salido de Trix (ya sabéis a quién me refiero).

Soy hija de un cuadrado y de un miembro de la nobleza, una C invertida de las que salen en los niveles más avanzados. Al principio mis abuelos no aceptaron el idilio, pero en cuanto vieron lo bien que encajaban sus vástagos, no les quedó otra más que ceder a sus deseos.Mi vida por regla general no es muy emocionante. Corren tiempos de crisis en Cubilandia, hace años que la actividad industrial está bajo mínimos, no como esos suertudos del país de las setas, ahí los tienes más de 20 años haciendo lo mismo y continúan teniendo éxito, claro que para hacer honor a la verdad, ellos hacen las cosas muy bien y han sabido readaptar su industria a las necesidades del consumidor.

Suelo pasar el día en la escuela secundaria para jóvenes paralelogramos, un sitio bastante aburrido, sobre todo las clases de Geometría y Educación Física principalmente. En mi tiempo libre me gusta flirtear con los chicos, engatusarlos y luego, cuando he satisfecho mis necesidades, darles la patada y buscarme a otro; qué se le va a hacer, soy un poco pendón.

Si algo bueno tiene vivir en este pueblucho, es que de vez en cuando suena una sirena anunciando la Gran Caída. En ese momento todas las piezas que no trabajan para el estado deben acudir de inmediato a un enorme agujero situado en pleno centro de la ciudad. Nos colocamos en fila por orden de llegada y un agente de las fuerzas del orden nos indica cuándo debemos tirarnos por él. Lo mejor de todo es cuando caes por la negra abertura. La primera vez el miedo te atenaza puesto que a dónde lleva el agujero es un misterio para los novatos. Tras varios segundos ves como a tus pies una pequeña luz va creciendo más y más hasta que pronto la luz te envuelve y entonces...

La claridad te ciega pero tus ojos se acostumbran pronto antes de tocar el fondo de lo que parece es una enorme caja con una pared de cristal a través del cual se puede ver a seres monstruosos repletos de asquerosos bultos que, con caras de lo más extrañas, intentan mover algo aunque todavía no sé muy bien qué. De pronto, notas que alguien o algo toma control sobre tu cuerpo. Empiezas a girar sin sentido y a desplazarte hacia los lados de la extraña caja por la que continúas despeñándote. Cuando paras de girar, el descenso se hace más veloz y terminas el viaje sobre varios compañeros. Si hay suerte y encajas bien te teletransportas de nuevo al sitio donde te encontrabas antes de acudir a la llamada de la sirena; pero las cosas se ponen feas cuando no consigues acoplarte bien; decenas de titros caen sobre ti y si tienes la desgracia de que un par de cuadrados se te coloquen justo encima tendrás suerte de no ser literalmente planchado por su peso.

Bueno, os dejo, en la última caída me desplomé sobre una T no tan invertida y nos lo pasamos tan bien que me ha invitado a cenar. Ya os contaré.

domingo, 30 de julio de 2006

Entrevistas desde la cripta... Bruce Lee

Entrevistador: Bienvenidos una vez más a nuestra habitual cita aperiódica con los famosos más fríos del momento. En esta ocasión, a petición de nuestros lectores, nos hemos desplazado hasta el 9º infierno chino, tambien llamado "Gran Muralla".

Bruce Lee: ¿Qué tópico, verdad? Si esperas un poco verás pasar un dragón, un puñado de monjes shaolin, un imitador de Mao lanzando fuegos artificiales y a una china vendiendo rosas.

E: En fin, el folclore chino es de los más ricos y variados del mundo...

B.L: Cierto, pero las rosas de la china son de plástico, ni se te ocurra comprarle una si quieres quedar bien con tu novia.

E: Bueno, señor Lee, ¿qué tal está?

B.L.: ¿Aparte de muerto? No me puedo quejar. El trabajo es bueno y los demonios occidentales dejan buena propina, además, aquí puedo fumar sin que los perros de la prensa me acosen por dar mal ejemplo a la juventud, como si hiciera falta que me vieran para que les entren ganas de fumar. Anda que no he visto yo en la plaza de mi pueblo a chavales fumándose unos pedazo de...

E: Perdone que le interrumpa, pero ¿a qué trabajo se refiere?

B.L.: Oh, veo que no te has preparado la entrevista, Phil. Muy mal por tu parte. El honor de mis antepasados exige que te saque a patadas de la cocina pero no puedo quitarle ojo al Chaw Fan, a la que te descuidas se quema; asi pues te contestaré: soy cocinero en el gran restaurante asiático de la otra vida. Ya ves, a los chinos incluso despues de muertos nos toca currar.

E: Un triste final para el que ha sido el mejor artista marcial de la historia.

B.L.: No pienses que con ese peloteo barato vas a poder reparar tu ofensa, pero gracias.

E: ¿Le absorbe mucho tiempo su trabajo en la cocina?

B.L.: Toda la eternidad. Anda que preguntas unas cosas... bueno, a veces tambien hago reparto a domicilio porque los repartidores no dan abasto, si hay chinos en la Tierra imagínate aqui...

E: Entonces las artes marciales las ha dejado aparcadas.

B.L.: Qué va, a veces me escaqueo y me paso las horas en un gimnasio de por aqui, además con algunos clientes debo emplear todo mi poder mortal, hay mucho moroso suelto.

E: ¿Cómo surgió la idea del Jeet kune do?

B.L.: Yo de pequeño era un niño muy inquieto, muy nervioso. No podía estarme quieto en el mismo sitio mucho tiempo. Mi madre siempre me decia: "Bruce no te muevas tanto que así no hay manera de peinarte". Y claro, al final iba siempre a la escuela hecho un impresentable. Como el colegio era de pago y rompía con la estética de flequillo cortado con escuadra, los profesores intentaban pegarme, que yo no se cómo me veían porque más que ojos tenian rendijas. El caso es que tenía que defenderme y como el Karate se me daba muy mal pues me dije "voy a inventar un nuevo arte marcial y así mientras le pateo el culo a los profesores podré demostrar lo buen actor que soy".

E: No me creo lo que oigo, ¿el Karate se le daba mal?

B.L.: A mi es que eso de las katas y las posturitas estáticas... Mi maestro me golpeaba con una regla cada vez que ejecutaba mal alguna postura. El pobre no ganaba para reglas, se arruinó y la escuela tuvo que cerrar. Alli en China tenemos un refran que dice "mata a un gato y véndemelo a buen precio que no tengo nada para la cena"; Cogi fama de arruina-escuelas y cada vez que me veían por la calle los niños gritaban: "Ahi va Bruce el difuso".

E: Extraño mote.

B.L: Es que me movia tanto que apenas se me veía.

E: Digame, ¿cuales son los fundamentos básicos del Jeet Kune Do?

B.L.: Muchos, cuando venían a mi escuela para aprender, lo primero que me preguntaban era: ¿sensei, cuando voy a poder levantar 20 kilos con mi pene? Entonces yo los mandaba cuatro calles más abajo, pero una cuestión muy común de todos aquellos que acudían a mí sin la esperanza de tener un falo de acero era cuando iban a aprender a repartir hostias como panes, a lo que yo no dudaba en responderles que el Jeet Kune Do se basa sobre todo en los gritos. Un buen "wataaa" a voz en cuello vale más que pintar tu bloque de edificios y lijar el suelo del restaurante japonés de tu barrio. En la antigua China, en los combates no se intercambiaban golpes sino gritos. La lucha podía durar días, hasta que la resistencia mental de alguno de los contrincantes decayera, eso hacía que las cosechas se echaran a perder porque los campesinos se entretenían demasiado viendo las peleas, asi que el emperador decidió que sería más rápido si directamente se partían la cara. Esa es basicamente la historia y es por eso que no encontrarás un solo maestro con la voz de pito. Así pues, el fundamento básico de mi técnica es tener una voz lo más grave posible. Los camioneros solían ser mis mejores alumnos.

Brandon Lee: Papa, ha llamado el Sr. Brando, dice que como no le lleves de inmediato los tres pollos Kung Tao que te pidió hace una hora, va a venir a patearte tu (literalmente) fibroso culo amarillo.

Bruce Lee: No me hagas reir, si ni siquiera es capaz de levantarse para rascarse la pilila jijiji han hecho falta 3.000 chinos para traerlo desde su casa. Disculpa Phil, mi hijo, supongo que lo conocerás aunque por supuesto no es ni una octava parte de famoso que yo y eso le revienta. Tuvo la mala suerte de golpear con la frente una bala que se dirigía hacia él.

E: Fue una pena, yo era un gran fan de sus películas.

B.L.: A ver, dime una que no sea "El cuervo".

E: Pues... mmm... Ah sí, esa en la que tenía que enfrentarse a toda una banda de malhechores con solo la ayuda de sus extremidades y de algún arma de fuego ocasional.

B.L.: Ah, ya sé cual es, como el argumento es totalmente original no me ha sido complicado averiguarlo.

E: De acuerdo, me ha pillado, pero estará conmigo en que al menos "El Cuervo" era más original que las peliculas de... no se... Van Damme o Chuck Norris, por ejemplo.

B.L.: Uff no me hables de Chuck Norris. Cuando durante el rodaje de "El furor del dragón" se enteró de que tenía que perder contra mí, se pilló tal cabreo que se cargó lo que quedaba del Coliseo a cabezazos. Las autoridades italianas no nos dejaron salir del país hasta que no lo reconstruimos pieza a pieza. Tres meses nos pasamos colocando ladrillos. Recuerdo aquella vez que Chuck Norris hizo la pasta sin agua, estuvimos una semana riéndonos, claro que los bloques ahí siguen aguantando. Por cierto, ¿se dejó barba como le recomendé? Es que sin ella parecía un jugador alemán de fútbol y en nuestra profesión lo más importante es el aspecto físico, tenemos que parecer duros.

E: ¿Pero lo más importante no eran los gritos?

B.L.: Bueno, sí, el 50% los gritos y el 40% el aspecto de hombre rudo. El 10% restante son las patadas y demás que incluso un mono puede hacer.

E: Tampoco es eso, ¿no?

B.L.: ¿Que no? ¿Qué te piensas que es Steven Seagal? Desde aquí arriba lo vemos todo, tenemos un espejo en la habitación de al lado desde el cual podemos ver qué hace cualquier persona de la Tierra. Normalmente solemos usarlo para ver porno amateur pero después de varios años puede cansar y por algunos minutos echamos un vistazo a los que han tomado nuestro relevo. Es una desgracia que un chimpancé calvo como el Seagal se dedique a hacer películas ahora; me hace añorar al traidor de Carradine.

E: Eso quería preguntarle, ¿es cierta la anécdota de que le quitó el papel de Kwai Chan Kane en "Kung Fu" en el último momento?

B.L: Absolutamente, el muy chung-sen me llevó la noche anterior a una tasca y me emborrachó con licor de dragón. A mí, que tengo estos músculos de levantar jarras de cerveza... pero no contento con eso me llevó a un centro de reclutamiento de los Marines y me hizo creer que estaba firmando el contrato con los productores. Con la tajada que llevaba encima firmé todo lo que me pusieron por delante. Cuatro meses me pasé chupando guardias en una garita del Checkpoint Charlie en Berlín hasta que se dieron cuenta de quién era.

E: Ya para terminar, no se si sabe que hace unos días alguien llegó a la página de mi jefe buscando tiendas donde vendieran la ropa que lleva usted...

B.L: Sí, sí, ya lo leí. No suelo perderme uno solo de los post de Roboto San. Con tu permiso Phil, quiero decirle una cosa a la persona que tuvo la desfachatez de escribir mal mi nombre

E: Adelante.

B.L: ¡¡Te vas a cagar!!

E: ¿Eso es todo?

B.L.: Mis puños son los que al final hablarán Phil, solo uso la lengua para dar placer a las mujeres.

E; Gracias por todo, Sr. Lee. ¿Están ya los rollitos que encargué?

B.L.: Ahí los tienes y págame en moneda americana, no con cheques como la última vez, que me vi negro para cobrarlos en el banco.

domingo, 9 de julio de 2006

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Once upon a time.... in the biblio

Los primeros rayos del sol estival lamían las calles de Fuengirola city cuando llegué a la biblioteca del polvoriento pueblo. Los barrenderos llevaban en lucha tres semanas para que les reconocieran su derecho a uniformes menos horteras y se estaba empezando a notar.

Pese a su condición de ciudad fronteriza, los problemas pasaban de largo camino de ese nido de forajidos llamado Marbella. La mayor preocupación del sheriff, y a la postre bibliotecario, era alejar de la vista de las inocentes chicas la obscena figura del borracho local, poco más. La paz había reinado en el lugar durante años... hasta ese día.

La diligencia dejó esa mañana en la plaza del pueblo a dos bellas damas, la nueva ayudante del médico y la esposa del general Mendoza, al mando de la guarnición del fuerte Sohail a pocos kilómetros de allí.

A esas horas poca diversión había en el lugar para dos refinadas damas de la gran ciudad, por lo que no les quedó más remedio que visitar la biblioteca y hacer tiempo hasta que sus quehaceres las llamaran.

Y allí estaba yo. Tras el tiroteo de la semana anterior con el viejo Kaynes en su rancho, reponía fuerzas en compañía de Fenimore Cooper y un extraño y algo chiflado francés llamado... Julio Verne. En cuanto vi entrar a las damiselas me levanté como manda el protocolo y las saludé amablemente; saludo al que ellas respondieron con una tímida sonrisa. Cada uno se sentó en su mesa y el silencio cayó sobre la sala, sólo roto ocasionalmente por los ecos que producían los cascos de las decenas de caballos que transitaban por la calle.

Yo lo desconocía, pero uno de esos caballos que tan despreocupadamente escuchaba, iba a traerme grandes quebraderos de cabeza. Porque ocurrió que uno de los forajidos que habitaban en Marbella decidió expandir su maldad por los alrededores y nada mejor que empezar por la próspera Fuengirola City. Con paso vacilante, balanceándose de un lado a otro, "Perro loco" Ringo se plantó ante las puertas de la biblioteca cuando apenas faltaban veinte minutos para las doce del mediodía.

¿Por qué no se ocupó primero de robar el Primer Banco Nacional de Fuengirola, que además había recibido minutos antes la nómina de los trabajadores chinos del calzado? Muy fácil: la belleza de la bibliotecaria pelirroja era legendaria en todo el estado, incluso varios cantantes country le habían dedicado sus mejores baladas (dos). Quería comprobar si la leyenda era cierta y de paso acostarse con una mujer que no tuviera ya muy vista.

Pero ocurrió que ese día la bibliotecaria descansaba y "Perro Loco" vio frustradas sus ansias de rapto y fornicio. Quién sabe si la mala suerte o el destino hizo que en el momento en que el sheriff informaba al forajido de la ausencia de su compañera, la mujer del general entrara en el campo de visión de Ringo que, relamiéndose y ferreamente vigilado por el bibliotecario, entró en la sala de lectura.

Desde mi privilegiado asiento pude ver la maliciosa mirada de Perro loco, lo que me puso en tensión. Durante el par de minutos que estuvo paseando entre los estantes, pasé página tras página del libro sin leer una sola palabra, hasta que Ringo decidió sentarse frente a la mujer. Dejé el libro sobre la mesa y sin preocuparme por parecer descarado, pues me encontraba a escasos tres metros de ellos, me dispuse a contemplar la escena fijamente.

Empezó a decirle algo a la señora en voz demasiado baja como para entenderle, pero no debía de ser nada bueno porque las mejillas de ella enrojecieron de furia. En ese instante, el sheriff abrió la puerta y me hizo una señal. A disgusto me levanté para ver qué quería.

- Vaya pieza, ¿eh?- le comenté distraído.

- Sí, en casi todo el estado han puesto precio a su cabeza, pero aquí, como no ha hecho nada, no puedo detenerlo. ¡Estúpidas leyes federales!

En ese momento, me dio por mirar hacia la mesa y vi como la mujer del general, pálida como la luna llena, recogía sus cosas rápidamente. Para evitar cualquier situación de peligro, me fui hacia ella y la saqué de la sala.

- Me preguntó que si me acostaría con él - empezó a contar entre sollozos - y cuando me negué ofendida, me dijo que iba a matarme.

No pudo aguantar más el llanto y salió corriendo hacia la calle seguida por el sheriff. Volví a la sala de estudio dispuesto a rendir cuentas con Perro loco, pero ya no estaba en su asiento. Había ido a por la joven enfermera que, enfrascada en sus libros, hasta ese momento no se había enterado de nada.

Me acerqué lentamente, haciendome notar con el ruido de mis espuelas entrechocando. La chica, visiblemente aterrorizada, buscaba una oportunidad para salir de allí.

- Deja en paz a la señorita, puerco - le espeté al bandido.

Y entonces me miró. Dicen que uno jamás olvida la mirada de un loco, y es cierto. La joven aprovechó el descuido para escapar, dejando tras de si un reguero de libros y apuntes.
No hizo falta decir una palabra más. Eramos dos hombres con un problema por resolver, solo podíamos dirimir nuestras diferencias de una forma, con un duelo al sol según las reglas del alto Mississippi.

Las campanas de la iglesia tañeron, anunciando que había llegado la hora. En la avenida principal se iba a desarrollar un drama nunca visto. En un extremo se encontraba "Perro Loco" echando espuma por la boca; a 20 metros frente a él, yo, acariciando mi S&W con culata de nácar (regalo de mi bautismo)

Él me miró, yo le miré. Nos miramos. El graznido de un cuervo retumbó entre los edificios. Vi a Ringo dudar y veloz como un rayo desenfundé mi revolver y disparé.

Maldición... ¡no tenía balas! Era hombre muerto pero como todos los malos, en lugar de acabar conmigo al instante, Ringo quiso saborear el momento burlándose de mi torpeza. Craso error, puesto que al instante llegó la caballería en mi auxilio. La mujer del general le había mandado un telegrama informándole de todo y este había acudido presto al rescate. Estaba salvado.

Por mi valor al enfrentarme a tan cruel bandido, apenas me dieron las gracias, pero me sentí afortunado de volver a casa sin un solo agujero en la camisa.

domingo, 18 de junio de 2006

Entrevista desde la cripta: Fernando Jiménez del Oso

Entrevistador: Bienvenidos una vez más a esta sección. Hoy no estamos ni en el cielo, ni el infierno, ni siquiera en el purgatorio. Nos encontramos en Oahu, una de las islas de Hawaii donde nos ha citado el espectro del Dr. Jiménez del Oso.

Jiménez del Oso: Psss, oiga, perdone pero yo no estoy muerto, ¿eh?

E: Siento ser portador de malas noticias, Dr. del Oso, pero sí lo está.

J: Oiga, que yo no me he pasado media vida estudiando el más allá (a la venta en vuestro quiosco más cercano) para que ahora venga usted y me diga que no estoy vivo.

E: Pero si yo mismo vi su esquela en los periódicos, y estos nunca se equivocan.

J: Y dale, que yo no estoy muerto ¡leches! A ver, ¡¡camarero!!, ¡¡camarero!! haga el favor de venir un momento.

Camarero: ¿Qué desea el señor?

J: Haga el favor de decirle aquí al reportero que yo no estoy muerto.

C: En efecto, señor periodista, el Dr. del Oso no está muerto pero no le quepa la menor duda de que si sigue comiendo costillas asadas tres veces al día, pronto lo estará.

J: Venga, venga, retírate. Qué exagerado el tío. ¿Lo ve usted? Estoy vivito y coleando. Aquí lo único muerto es esta pobre vaca que me voy a comer. Igual escapó de las extrañas mutilaciones de ganado que asolan el sudoeste de los USA, pero no escapará a mi paladar jejeje.

E: Ya lo veo ya, pero entonces las esquelas, el funeral, la baja en el registro civil...

J: Vera usted, tuve que fingir mi muerte como antes lo hicieron personajes ilustres de la talla de Walt Disney o Cher. La idea se me ocurrió cuando, investigando la desaparición de Amelia Earheart, descubrí este complejo para "superestrellas cansadas de la fama que simulan su muerte" o como a ellos les gusta llamarlo: el CSLFSM.

E: ¿Pero qué necesidad tenía de desaparecer de la vida pública si usted no tenía vida pública?

J: No crea, no se imagina lo atractivo que puede resultar para las mujeres un investigador de lo paranormal. Cada día cuando salia de casa camino del trabajo, me encontraba en la puerta con un grupo de chicas que vociferaban: "Fernando, capullo queremos un hijo tuyo" y otros slogans que el recato me impide reproducir. Eso un día te halaga, dos te gusta, tres te empiezan a llamar del trabajo preguntándote por qué no has aparecido por la oficina y claro, de algo tenía que vivir. Al final acabé exhausto y con varias denuncias de mis vecinos por escándalo público.

Era muy estresante y yo quería vivir tranquilo así que me inventé mi muerte para librarme de las fans y de la prensa del corazón que ya empezaba a echarme el ojo.

E: En vista de que no ha "pasado" al otro lado, vamos a tener que variar el contenido de la entrevista, a no ser que en uno de sus viajes astrales haya visitado el paraíso...

J: Hombre estar, lo que se dice estar, no he estado. Lo más lejos que he llegado en mis viajes astrales ha sido a "Le Petit Cucú", un bar de alterne en la carretera Paris-Lyon. Me tuvieron que traer de vuelta a rastras. Disculpe. ¡¡¡Camarero!!! ¡¡Un cochinillo asado con guarnicion de patatas asadas, por favor!!; Como le iba diciendo, aún no he visto con mis propios ojos lo de ahí arriba, pero me he informado bastante. Los lunes para cenar sirven trucha a la pekinesa regada con un vino tinto de la rivera de Chantilly, los martes crepes de caviar con salsa de menta y los miércoles, fíjese que curioso: tortilla de patatas, que vale que está buena, pero no se, imagínese que se muere un miércoles y su primera cena en el cielo es un plato de tortilla, es cuando menos descorazonador; por eso he dado ordenes de que si me pasa algo un miércoles, me congelen hasta el día siguiente, que por cierto creo que sirven codornices...

E: Sí, bueno, dejémoslo, ya veo que conoce los entresijos del más allá. Por cierto, ¿qué opina del que dicen es su sucesor, Iker Jiménez?

J: Yo siempre he sido más de Cañizares pero hay que reconocer que Iker aunque despeja más que atrapa, es un buen portero.

E: No se haga el tonto.

J: Desde luego como sois los periodistas, siempre buscando el enfrentamiento y la sangre. Como veo que no llevas un suculento cheque en la mano, te diré que el Iker me parece un gran periodista y que su señora está muy buena.

E: Antes de despedirme quiero que sepa que he sido, perdón, soy un gran admirador suyo. He leído todos sus libros, todas sus entrevistas, he visto todos sus documentales, incluso probé la Ayahuasca siguiendo sus pasos.

J: Sí, como bien sabes, fui el primer español en probarla. Al principio estaba algo reticente. Ya me había fumado mis porritos en la universidad, como todo el mundo, pero la Ayahuasca era otra cosa y no me atrevía, entonces los indios empezaron a picarme diciendome: "Fernando no tienes huevos" una y otra vez. Un indio llegó a ponerse así (el Dr. del Oso se levanta, se sostiene sobre su pierna izquierda, encoge los brazos pegados a su cuerpo y saca la cabeza para afuera) y empezó a cloquear como una gallina: clo clo, clo clo. A ese le pegué un cabezazo porque de mi no se ríe nadie, pero al final me tuve que rendir y probé aquella droga maligna. J.J. Benítez, que me acompañaba en ese viaje, la probó también y del flipe que pilló escribió de una tacada "Caballo de Troya", con eso te digo todo.

E: Es una lástima que esté vivo, ya volveremos cuando haya fenecido si le parece bien.

J: Cómo me gusta que me deseen lo mejor.

E: Si quiere decir algo más antes de terminar...

J: Sí, Ronaldo está gordo. Yo de eso se mucho. Y ahora si me disculpa me voy a comer.

E: Que aproveche, Dr. del Oso. Y a ustedes no me queda más que emplazarles para la próxima ocasión. Hasta la vista.

Dedicado a Jiménez del Oso, supongo que aquello no le habrá pillado por sorpresa.

sábado, 3 de junio de 2006

Anoche fui.... la bicicleta del Piraña

Nací en la fábrica de G.A.C. a principios de los 80, era el orgullo de la industria ciclista española. Estaba fabricada con los mejores materiales posibles: el caucho de mis ruedas era el mismo que el del Buran soviético y el cuero del sillín había pertenecido a una vaca hindú.

Un día vino un señor orondo a hacer un casting para una serie y me escogió a mí. Supongo que le gustaría mi interpretación de la bicicleta de Bahamontes. La serie se rodaba en un pequeño pueblo de Málaga y hacia allí fuimos cuatro compañeras más y una servidora una soleada mañana de junio.

Cuando llegamos, el director me presentó a los que serían mis compañeros durante el rodaje. Recé para que me tocara el niño rubio de ojos azules, pero al final quiso la suerte que fuera mi acompañante un niño de vasto perfil que tenía siempre las manos pringosas de chocolate, mantequilla, aceite, grasa y otras salsas, porque el chaval no dejaba de comer ni aunque me estuviera conduciendo cuesta abajo y sin frenos.

Al principio, El Piraña, que así se llamaba, no podía dar tres pedaladas seguidas sin cansarse. Pensaron en incorporarme un motor, pero me hacía el sillín gordo, así que me negué en redondo. No les quedó más remedio que prohibirle al niño la bollería industrial, lo que sirvió para que adelgazara un poco y al menos pudiera montar normalmente. Menos cuando había que subir una pendiente, que entonces era sustituido por un doble.

Estuve tres meses aguantando la inmensa figura del Piraña, lo que al menos me sirvió para fortalecer mis ruedas. Eso sí, varias veces estuve a punto de herniarme. Con todo, lo peor fue cuando el quinqui de Pancho intentó venderme al nieto de Chanquete, como si yo fuera una vulgar bici del Este. Cuando se descubrió la trama delictiva, decidieron terminar la serie, cargándose a Chanquete y haciendo que Javi se ligara a Bea como represalia hacia los involucrados.

Cuando se estrenó la serie, fue todo un éxito y significó además el despegue de mi carrera. De la noche a la mañana pasé de anónima bici a estrella internacional. Me llovían contratos de todas partes, incluso de Australia. Allí conocí a Nicole Kidman. Nos hicimos buenas amigas durante las intensas sesiones de maquillaje en la que le pintaban las pecas. También trabajé con Spielberg. Fui la bicicleta de Elliot en "E.T.", que en contra de lo que la gente piensa, no era un muñeco, sino un ecuatoriano llamado Nelson Rodriguez al que Spielberg se encontró detrás de un seto en el jardín de su mansión en Los Ángeles y del que sacó la idea para la película.

Fueron buenos tiempos aquellos. A finales de los 80 se pusieron de moda esos horribles patines y el cine se olvidó de nosotras. En la actualidad me encuentro haciendo una F.P. de albañilería. Espero tener suerte en este campo.

sábado, 13 de mayo de 2006

Casi tuerto

Ah, la primavera,
tiempo propicio para pasar fuera.

Tras un invierno atroz
preñado de lluvias,
buenas para el cultivo de arroz,
entre las nubes el sol paso se abrió.
Las nubes se marcharon
y las turistas suecas en grupo llegaron.

Me las prometía muy felices
camino de la playa,
cuando el viento furioso
de las manos me arrancó la toalla.

De todos es sabido,
que las suecas con viento
de casa jamás han salido.
Decidí marcharme a un parque
cuyo nombre es Del Carranque.

Bastante lejos me pilla
así que cogí mi bicicleta
que es una maravilla.

Jubilados extranjeros,
no me dieron mal agüero.
Practicaban la petanca.
Cansado de pedalear como estaba,
me senté en una banca.

Plácidamente jugaban
los seniles finlandeses,
mientras yo los contemplaba
hubieran podido pasar meses,
tan atento al juego estaba.

Llegó el turno de Hans,
natural de Vyndemars.
Solo una tirada más
y a los pérfidos ingleses podrían ganar.

Su mano se cerró sobre la bola
y no hizo falta ni empujarla, ¡salió sola!
Tal velocidad llevaba,
que hacia mí se dirigía con mala baba.

No alcancé a oír ningún grito,
todos me miraban de hito en hito.
Yo no me enteraba de nada
por culpa de una rubia que paseaba junto al estanque de las ranas.

- ¡Cuidado con el huevo frito!
alguien a mis espaldas dijo.
Me giré hacia mi izquierda ¿de quién sería semejante voz de pito?

Bastó ese simple gesto,
la bola pasó sobre mi hombro todo recto.
Tuerto me podrían haber dejado
y a las suecas dificilmente me podría haber ligado.

Recuerda, amigo lector,
cuando mires la petanca,
cuanto más lejos, mejor.

viernes, 5 de mayo de 2006

Entrevista desde la cripta: John Fitzgerald Kennedy

Entrevistador: Bienvenidos una vez más a este blog. Al personaje de hoy nos costó encontrarlo puesto que pensábamos que estaba en el cielo, pero no era así.

JFK: ¿Quién se iba a imaginar que los católicos tuvieran prohibido el adulterio con otras católicas? Creía que esas cosas solo eran pecado si lo hacías con una protestante o una atea. Si lo hubiera sabido antes, me hubiera hecho mormón. Ahora estaría ahí arriba con una sonrisa de oreja a oreja que sería la envidia de Sammy Davis Jr.

E: Bueno, creo que ustedes tienen a un tipo que les dice qué pueden hacer y qué no para conseguir la salvación. Ya sabe, ese que va de blanco y vive muy lejos.

JFK: ¿Un muñeco de nieve finlandés?

E: Me refiero al Papa de Roma.

JFK: Ah sí, bueno, yo nunca fui muy religioso. Cuando iba a misa no solía escuchar la homilía, me dedicaba a desnudar con la mirada a las feligresas de buen ver. Todavía recuerdo las piernas de la señora Halloway. Eso sí que eran piernas... En cuanto al Papa, me llamó al orden en un par de ocasiones, pero cuando estaba a punto de dejar las mujeres, me miraba en el espejo y pensaba: "soy demasiado guapo como para dedicarme a una sola pimpollita. El resto merece disfrutar de este cuerpo". Y claro, cualquiera le dice que no a alguien con unos hoyuelos como los míos.

E: Como habrán podido comprobar, estamos entrevistando a John Fitzgerald Kennedy, 35º presidente de los Estados Unidos. Dígame, señor Kennedy, ¿cómo se tomo el ir a parar al infierno?

JFK: Muy mal, como te puedes imaginar. Antes de llegar pasé una temporada en el purgatorio. Allí conocí a Adán. Pobre hombre, lleva miles de años en ese sitio y ni siquiera hay un mísero asiento. Por lo visto no saben qué hacer con él, su juicio lleva parado mucho tiempo. La defensa alega enajenación mental, pero el testigo clave no aparece por ninguna parte. Le propusieron un trato, él se declaraba culpable pero lo mandaban de todas maneras al cielo, pero el tío está emperrado en demostrar su inocencia. Sostiene que el verdadero culpable del pecado original es un manco que se arrastraba por el suelo, pero nadie le cree. Mi juicio fue rápido, me tocaba ir directo al infierno pero alguien intercedió por mí y tuve que esperar hasta que declarara.

E: ¿Quién?

JFK: Jimi Hendrix, me dijo algo de que necesitaba a alguien que le quitara de encima a algunas chicas.

E: Pero el señor Hendrix murió años más tarde que usted y además está en el cielo.

JFK: No jodas, ¿entonces a la mujer de quién me estoy tirando todas las noches?

E: ...

JFK: Ya lo sé, hombre, te estaba vacilando.

E: Volviendo al tema, entonces llegó usted finalmente al infierno...

JFK: Sí, pero antes de entrar me metieron en una sala donde me sometieron a varias pruebas médicas. Posteriormente, me introdujeron una sonda anal. Fue una experiencia desagradable, el suelo estaba muy frío. Al final, me marcaron a fuego una "A" en cursiva en el cachete izquierdo del trasero. ¿Quiere que se lo enseñe?

E: Deje, deje.

JFK: Usted se lo pierde, me queda muy bien. Luego del marcado, me llevaron en un autobús a una urbanización dedicada exclusivamente a los políticos. Lo malo es que antes de bajar me impusieron un castigo eterno, como el de Sísifo y la piedra.

E: ¿Cual es el suyo?

JFK: Tengo que soportar a Marilyn Monroe por los siglos de los siglos.

E: Ya tuvo una relación con ella en vida, no le será muy duro, supongo.

JFK: Se nota que no la ha visto sin maquillaje. Es caprichosa, maleducada y además tiene piel de naranja.

E: Tendrá algún conocido que le ayude a sobrellevar el "trauma", ¿no?

JFK: Sí, a dos manzanas de aquí trabaja de mayordomo el Dr. King. Ya sé lo que me va a preguntar. ¿Usted paga sus impuestos? Pues él no lo hacia. También se suele pasar por casa mi padre para que le invite a un whisky..

E: Hablando de su padre, ¿qué hay de cierto en sus simpatías por el nazismo?

JFK: Mi padre no mantuvo relaciones con los nazis, repito, mi padre no mantuvo relaciones con los nazis.

E: ¿Y entonces por qué está él aquí?

JFK: No creía en dios. Pensaba que el ser humano necesitaba dejar atrás todas las supersticiones que lastraban su crecimiento espiritual e intelectual para llegar a ser superhombres. Cuando éramos pequeños nos hacía desfilar por el jardín al paso de la oca, así se me quedó luego la espalda... También maltrataba a nuestros criados negros, renegaba de Irlanda, mentía a nuestra madre... No sé cómo no le han hecho presidente de esto. ¿Podemos cambiar de tema? Es que tiene la mala costumbre de aparecerse cada vez que se le nombra.

Joseph Kennedy: ¡Eh, Johnny! Venga un whiskito, mein freund.

JFK: ¿Lo ve? ¿Qué le dije? Ahora no, papá. Vete con Rasputin un rato.

JK: Está ocupado, se encontró con una cabra en el centro comercial y quieren estar un rato a solas.

JFK: Disculpe pero tenemos que ir acabando.

E: Una última pregunta, ¿podria decirnos quién fue el que le disparó?

JFK: Mi corredor de apuestas. Que cabrón, un par de días más y hubiera podido pagarle, pero así son las reglas del juego. Jamás apueste por un caballo que se llame "Pequeño Tío". Bueno, ha sido un placer, ¿eh? Hasta otra.

E: Muchas gracias, Sr Kennedy. Adiós.