Habían pasado varias semanas desde que Vutroi fuera nominado y expulsado de la MIR por motivos desconocidos aunque ligeramente relacionados con su insufrible verborrea. Por uno de esos milagros de la vida, había sido acogido amablemente por Dios, en su nebulosa de verano cerca de Pelidón 8. Claro que tratandose de Dios, los milagros no existían, pero eso no alteraba la mente de Vutroi, que disfrutaba de su estancia allí sin cuestionarse nada aparte de por qué estaba todo tan jodidamente oscuro. Aparte de eso, el lugar sólo tenía una pega: no disponía de conexión a internet, por lo que mataba el tiempo con antiguos juegos de manos.
- Tres con la que saques.
Y efectivamente, Dios acertó de pleno, derrotando de nuevo al ruso al milenario arte de los chinos.
- Eh, eso no es justo - respondió airado Vutroi - Eres omnipresente y además, no tienes brazos!!
- ¿Insinuas que Dios hace trampas Vutroi?
El tono de voz del todopoderoso le recordó al de Nikita, el capo de la mafia de Krassnoyark con el que se habia tenido que ver las caras en aquella ocasión en la que perdió 30.000 rublos jugando al duro.
- No es eso, pero no es justo que dispongas de esa ventaja. Que bueno, igual no quieres usarla, pero ahí está, y se puede "activar" sin querer y ganarme por vigesimoquinta vez. Te aseguro que es muy aburrido perder. ¿No eres impotente? ¿No podrias entonces tomar una forma humana que no fuera omnipresente?
- Soy OMNIPOTENTE Vutroi, impotente lo serás tú dentro de exactamente 34 años, 3 meses, 21 dias y 2 horas o de cinco segundos como sigas por ese camino. Y no, no puedo hacer lo que me dices.
- Entonces es que no eres omni...eso. - respondió con desdén Vutroi
- Si que lo soy. Podria crear una piedra tan pesada que pudiera aplastar tu cabeza en este instante. Es más, ni siquiera me haría falta la piedra para eso.
- Tampoco hace falta que te pongas así - quiso tranquilizarlo el cosmonauta.
- Puedo crear materia de la nada y lanzar al estrellato a Mai Meneses, pero no me pidas imposibles como devolver el color a Michael Jackson. Sólo puedo hacer lo que se puede hacer. ¿Sabes lo que son las reglas verdad?
- Pues sigo diciendo que no es justo que juegues con tus poderes "activados".
- ¿Y qué es lo justo Vutroi?. ¿Me lo puedes decir?- preguntó pedagógicamente Dios.
Titubeó durante unos segundos tratando de recordar qué decía al respecto el manual del joven comunista, pero todo lo que podia recordar era a esos patos horteras intentando hacer fuego para quemar un banco capitalista.
- ¿Recuerdas cuando robaste el sujetador de Liliana, tu compañera de piso? - prosiguió el todopoderoso.
- Como para no hacerlo, es lo que más lamento de que me hayan tirado de la estación, dejar allí esa prenda. Dormía abrazado a ella, recordando a su dueña.
- No fue justo para ella puesto que la privaste de un objeto de su propiedad, sin embargo fue justo para los vendedores de lenceria fina pues de esa forma Liliana compró otro sujetador y sus beneficios aumentaron. Además, según vuestras estúpidas leyes comunistas, la propiedad privada no existe, asi que en cierto modo el sujetador de Liliana pertenecia al pueblo...
- ¿Tambien sus pechos?
- Por lo que tengo entendido sí, pero de una forma más... "práctica".
- Ojala estuviera en mi hogar.... - suspiró melancólico Vutroi, que ya se imaginaba a Liliana en una orgía multitudinaria con ella como protagonista. No quiso sacarlo Dios de su equivocación, pues el caso es que los senos de Liliana eran la imagen de una campaña publicitaria para aumentar la moral de los trabajadores.
- Como te iba diciendo, enfoquémoslo desde el lado moral, desde lo que está bien y lo que está mal. Para Liliana el robo fue malo pues debido al frio clima de Moscú, el tiempo que estuvo sin sujetador, recibió más comentarios sobre luces largas que durante su examen de conducir. Sus pezones se congelaron tanto que aun hoy están duros.
- Oye, ¿no podrias teletransportarme a su casa, o a su calle al menos?. - preguntó desesperado el ruso.
Pero Dios continuó hablando.
- En cambio para ti y para los obreros de la construcción frente a vuestra casa, la sustracción fue buena pues te permitió contemplar los abundantes senos de Liliana, prisioneros de ese ajustado top rojo marxista que insinuaba todo y más, lo que ayudó a evadiros de la triste vida en la que os hallabais sumergidos. Así pues la justicia es algo relativo Vutroi, tú preocupate porque nunca te pille la policia haciendo algo ilegal o peor aún, que te vea yo haciéndolo.
- Tú eres Omnipresente, me pillarás siempre - se quejó desolado el cosmonauta, que veia sus esperanzas de lucrarse con negocios ilegales sin pasar por el infierno, esfumarse como una cerveza a la puerta de alcoholicos anónimos.
- Ahí está la gracia Vutroi, ahí está la gracia. ¿Otra partidita?
jueves, 7 de junio de 2007
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¿Chinos? XDDDD Besos, guapetón.
ResponderEliminarJajaja si Raquel, aqui se le llama asi a ese juego. Ignoro como se le llamara por alli.
ResponderEliminarUn beso guapisima!!!