lunes, 22 de junio de 2009

Anoche fui... un Rampant Rabbit

Lo que en español viene a ser un conejito rampante, como el de Ferrari pero más estilizado, con más pelo (bueno eso depende) y no le gusto a los hombres, pues sienten envidia de mi, y les comprendo, ¿quién no la sentiría si se comparara con un incansable explorador como yo?

En efecto, mi pasión es introducirme en la entrañas de los lugares más inaccesibles del mundo, lo cual fascina a las chicas todo he de decirlo, que se mueren por mi compañía. Ya de pequeño me incomodaba estar parado. Sentía que daba lo mejor de mi cuando me movía de acá para allá, sintiendo curiosidad por todo lo que me rodeaba, tocando, palpando... fue una mañana de octubre cuando decidí hacer de la exploración mi profesión.

Aunque no llevo muchos años he estado en miles de lugares. De todos ellos guardo interesantes anécdotas. En el desierto del Sahara me costó horrores avanzar, era un terreno árido y seco en el que cada paso que daba me costaba un mundo. Parecía como si el desierto no quisiera que me adentrara en él... claro que no se que es peor si eso o ahogarse como a punto estuve de pasarme en las Cataratas del Niágara; un chorro tras otro, ¡no paraba de salir agua! Fue llegar y salir, pero acabé empapado. Incluso en uno de esos lugares, que mantendré en secreto, encontré los restos de una civilización perdida: ¡hacía siglos que no entraba nadie allí! Había más telarañas que en la casa de los Monster.

Pero no creáis que mis aventuras se quedan ahí. En la selva negra tuve que abrirme paso a machetazos entre la espesura; llegó un momento en que me quedé enredado en una liana y pensé que no lograría volver a casa, pero entonces ocurrió una de esas experiencias místicas que todos los que viajamos solemos vivir. Sin hacer nada, me vi fuera de aquel vergel. Sí, me llamarás loco, pero sentí como si tiraran de mi hacia atrás y me alejaba de aquella zona peligrosa hasta volver al punto de partida listo para probar con otro camino. ¿Sabes? A veces creo que una mano invisible guía mis pasos.

En mis viajes siempre voy sólo, aunque en cierta ocasión, en una visita al cañón del Colorado, me acompañó un amigo porque aquello era demasiado grande como para explorarlo yo todo; aunque no me gustaría repetir porque estuvo pegado a mi todo el tiempo y a mi me gusta mantener mi espacio vital.

Si ya sé lo que estaréis pensando: Yo quiero ser como tú, ver las zonas salvajes de la Tierra, estar siempre entrando y saliendo de sitios interesantes. No creáis que es fácil. Entre viaje y viaje necesito desconectar, ya sabéis, para recargar pilas y volver con fuerzas al trabajo, porque corres el riesgo de quedarte sin resuello en mitad de una expedición y en ese caso corres un grandisimo riesgo de que piensen que eres demasiado viejo y ya nadie cuente contigo. A mi mentor, un sencillo y fiel Dildo, le ocurrió mientras descendía por el volcán Krakatoa. Le faltaba poco para llegar al fondo de la chimenea, cuando sintió como el vigor abandonaba su cuerpo y no podía dar un paso más. Acabó sus días en un basurero, reciclando látex.

11 comentarios:

  1. Juas, si que te ha marcao el conejito de la Gordi, no? Madrededior!

    :P

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  2. Jajaaja ¡¡¡si es que parece un alien!!! solo que en lugar de salir, entra :P

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  3. Menos chufla, hagan el favor. No saben lo que incomoda pasarlo en una maleta, camino de cualquier sitio. Es un excelente compañero de viaje, vaya una sola, acompañada o en grupo.

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  4. No dudo que sea un gran compañero: No se queja, no molesta, siempre huele bien y no dice estupideces!! Es una grave amenaza para el 98% de los hombres.
    ¿Alguna vez has tenido alguna anécdota con él en un aeropuerto o así?

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  5. En un aeropuerto, una vez detectan lo que es no dicen nada si va facturado. Lo chungo es explicárselo a la madre de una. Mucho peor, dónde va a parar.

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  6. Por cierto, te da morbo. Y no es una amenaza para nadie, te lo aseguro. Yo tengo clarísima mi elección, si se diera el caso.

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  7. Si me dan morbo las pinzas, el látigo, las gag-balls, esposas, bolas chinas, etc, etc por supuesto que me dan morbo los consoladores. Poca cosa hay que no me de morbo :P

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  8. Ay, que he quedao como una pardilla.

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  9. Que va, para nada. Suelo darle a las cosas un par de vueltas, intentando sacarle todo el jugo posible "bloggeristicamente" hablando, por lo que a veces puedo parecer algo obsesivo. Pero no es así, las obsesiones las oculto muy bien :P

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  10. Juas, qué interesante todo!
    Desde luego, para qué vamos a tener que elegir si podemos tenerlo todo!!!! :P

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  11. En la variedad está el gusto, que dicen :)

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