Llevaban varios minutos bordeando el lago y aún no se habian acostumbrado al brillo cegador de sus aguas. Bolita, sin haberse repuesto del todo del desmayo, intentaba seguir el paso del elfo, pero las largas zancadas de este eran inabarcables para sus pequeñas extremidades.
Tras maldecir a Trevor por enésima vez aquel día, echó a correr tras la bata blanca de Roy. No muy lejos de allí se erigia un humilde embarcardero, en cuyo extremo se podia distinguir una pequeña balsa. Justo lo que necesitaban para cruzar el lago.
A medida que se acercaban, notaban algo extraño. Aquello estaba muy desierto, y el suelo se iba haciendo más y más rojo según se iban aproximando a la pasarela de madera. Estaba cubierta de sangre.
- Puede que aquí también llegara la lluvia de ayer - sugirió Bolita.
- A no ser que cayera formando un reguero que lleva hasta esa cabaña y formara la palabra: auxilio, dudo mucho que fuera la lluvia - dedujo Roy mientras se dirigia hacia el bote con precaución. Le echó un breve vistazo y puso el pie sobre él.
- Maldita sea, aqui tambien hay sangre - murmuró asqueado mientras intentaba limpiarse la pernera del pantalón. - en cualquier caso no tenemos otro medio para cruzar, ¿Y si lo cogemos?
Bolita retrocedió aterrado.
- Es una barca impura, mi religión me impide cogerla hasta dentro de 3 días.
El elfo decidió no hacer caso de las supersticiones del enano, y fue hacia la cabaña de la orilla, en busca de algo para limpiar la barca. Pero no pudo entrar en ella. El cuerpo sin vida de un hombre de mediana edad le cerraba el paso.
Ante su visión, Bolita hizo ademán de volver por donde habian llegado, pero entonces recordó a los bandidos samurios, por lo que se metió corriendo entre las piernas de Roy, que a punto estuvo de perder el equilibrio. Por suerte pudo apoyar sus brazos en el torso peludo y firme de un ....
- ¡Roy! - gritó Bolita - ¡Roy! Es un mon.... Es un mon.....
- No Bolita, no es un monstruo. Los monstruos no existen. Debe ser alguna especie no catalogada aún por mi hermandad. No recuerdo haber visto un ejemplar así en mis apuntes de zoologia.
El animal sobre el que estaba apoyado, tenia cuerpo de humano, de un humano peludo al menos, pero donde debiera haber un par de brazos frondosos, se retorcian dos gruesos y viscosos tentáculos, que junto a su inmensa estatura (no bajaria de los tres metros) le conferian un aspecto aterrador.
- Aléjate Roy, ¡puede matarnos!
- ¿Qué dices? ¿No ves que es rosa? Nada rosa puede ser malo.
- ¿Ni siquiera una espada pintada de rosa? - titubeó el enano.
- De alguien que portara una espada así, solo podrias esperar que te abriera las puntas y te hiciera la manicura.
Intentaron comunicarse con él en todos los idiomas conocidos, pero el gigante les respondía con una inmensa sonrisa.
- Es como si hubiera inhalado de esos polvos tuyos - observó Bolita.
De pronto, un murmullo que iba acrecentándose acabó con el silencio que dominaba el lugar. Parecia provenir de un pequeño bosquecillo al este del embarcadero. Las ramas de los arboles comenzaron a moverse furiosamente. Parecia que algo iba a salir de allí de un momento a otro.
Una turba de aldeanos se encontró con un monstruo tentacular, al que acariciaba un elfo con un enano entre las piernas, a sólo un par de metros de un cadaver...
- Esto no es lo que parece - acertó a decir el enano.
Sin saber muy bien cómo, los habian metido a los tres en una jaula, y los transportaban al cercano pueblo de villa diamante, para ser juzgados por asesinato e intento de secuestro de la hija del panadero.
- Un momento, un momento. Yo no he matado a nadie, y mucho menos he secuestrado a la chica esa - repuso indignado el elfo.
- Eso tendrás que contárselo al juez mañana. - le espetó uno de los fornidos guardias de la ciudad, mientras los llevaban de camino a sus celdas.
Pasaron la noche en el calabozo del juzgado, en espera del juicio. Cuando amaneció, un pelotón de guardias fuertemente armados, los escoltaron a la sala del tribunal. Las gradas para espectadores, estaban repletas de gente. Nadie del pueblo queria perderse el juicio-espectáculo que iba a llevarse a cabo.
Se pusieron en pie cuando entró el juez: un anciano de aspecto severo y una cresta de pelo albino en su cabeza. Tras echar un vistazo a la sala, golpeó con el mazo la mesa y dió comienzo la sesión. Cogió un grueso informe y comenzó a leerlo.
- Señores Roy y Bolita.... con esos nombres son sus padres los que deberian estar aquí y no ustedes....
La gente le rió la gracieta al juez, sabian muy bien que no hay que hacer enfadar a un punky octogenario.
- Como decia señores, ante la imposibilidad de encontrar un abogado dispuesto a defenderles, me veo obligado a dividir el juicio en dos partes. En la primera, juzgaremos a ese monstruo rosa, viejo conocido del pueblo. Ustedes serán los abogados defensores. Una vez hayamos obtenido un veredicto, será su turno.
- ¿Y quién nos defenderá a nosotros?
El juez pareció darse cuenta de que algo no funcionaba bien, pero sólo lo pareció.
- Bien, para hacerlo más corto. Si aquí el monstruo es encontrado culpable, ustedes también. Señor fiscal, haga el favor de exponer los hechos por favor.
- Con la venia señoria. En el vigesimoquinto dia de vendimiario del presente año, Helena, hija del panadero local desapareció en extrañas circunstancias cuando iba a recoger flores. Horas despues, se formó una partida de busqueda que peinó los alrededores. Cuando se dirigian al embarcadero, se toparon con los acusados en actitud extraña, junto al cadaver de uno de nuestros ciudadanos....
Roy se levantó como un resorte.
- Protesto señoria.
- A ver ¿qué quiere?
- El interfecto...
- Por favor, está muerto, no tiene por qué insultarle más - le interrumpió el juez.
- El cadaver, no vivia en esta ciudad.
- ¿Cómo puede probarlo?
- A pocos metros de la cabaña del embarcadero, se podia leer "auxilio" escrito con sangre de la victima. Es de suponer que fue él mismo quien lo escribió antes de morir.
- ¿Y?
- Señoria, solicito que se reparta a cada persona de esta sala una tablilla y escriba "auxilio" en ella, por favor.
Extrañado, el juez aceptó la petición. Media hora despues, las tablillas descansaban sobre la mesa de los acusados.
- Veamos qué tenemos aquí, Bolita, si haces el favor....
El enano, suspiró con fuerza y comenzó a leer:
- Ausilio, auxsilio, socorro, auzilio..
Roy volvió a tomar la palabra.
- Teniendo en cuenta que estas son las respuestas del juez, el alcalde, el maestro del pueblo y el redactor jefe del periódico local, no hace falta añadir más. Ni uno sólo de los habitantes de este pueblo, sabe escribir correctamente auxilio. Prosiga señor fiscal.
Mientras este narraba como habian sido capturados y cómo habian encontrado a Helena en el camino del bosque, Bolita preguntó sorprendido cómo lo habia adivinado.
- Muy fácil - respondió Roy - el juez está leyendo el informe al reves.
El mazo del juez retumbó en la sala.
- Bien, puesto que el muerto no era de aquí, el caso queda sobreseido, pero todavia queda lo de la hija del panadero.
Con un gesto, hizo llamar a Helena. El silencio se hizo en la sala, cuando una esbelta joven de cabellos pajizos y tez rosada, avanzó por el pasillo central hasta el estrado.
- Señorita Helena, puede decirme usted, ¿donde se encontraba la tarde de ayer? - preguntó el fiscal.
El monstruo contempló embobado cómo contestaba la chica.
- En el bosque.
- ¿Y se puede saber qué estaba haciendo allí?
- Recogia flores, cuando apareció ese monstruo y me aterrorizó.
El fiscal la miró perplejo por encima de sus gafas.
- Luego estaba aterrorizandola a usted, por lo que no podía estar en otro lado matando a ese hombre.
- Así es - contestó timidamente.
- Sabe señorita, hay algo que no me cuadra. Si ese monstruo me aterrorizara, no lo miraria con ojos de cordero degollado como lo está haciendo usted en este momento.
- Bueno, es que no me asuste mucho.
- En qué quedamos, ¿La aterrorizó o no la asusto?
- Yo...
- ¡¡¡Responda!!! - gritó el fiscal. La voluntad de Helena se quebró y un torrente de palabras surgió de su boca.
- ¡¡¡Está bien, lo reconozco, me estaba cortejando!!! Lo conocí hace unos meses mientras cogia setas. Se llama Stenton y es mudo.
- Un momento - gritó el panadero desde el fondo de la sala - si no puede hablar, ¿cómo te cortejaba?.
- Protesto de nuevo - interrumpio Roy - es improcedente.
El juez lo miro con desdén.
- Denegada, tengo curiosidad, prosiga por favor.
Helena tragó saliva y miró fijamente al monstruo antes de comenzar. Este le devolvió una sonrisa que le hizo coger fuerzas.
- Cuando llegué a un claro del bosque, encontré a Stenton con un ramo de orquideas en cada mano. Se arrodillo ante mi y me las ofreció. Eran tan bonitas, y olian tan bien....
Los presentes aguantaron la respiración. Pero Helena permaneció callada.
- ¿Y qué pasó despues? - quiso saber el juez.
- ....
- Contesté por favor - insistió
- Y entonces me senté en sus brazos...
- Pero si no tiene dedos, tiene tentáculos- gritó exaltado el panadero.
- Precisamente por eso - musitó presa de la verguenza su hija.
Al escuchar su testimonio, su padre cayó redondo al suelo.
- Así que por eso estaban viscosos... - meditó Bolita.
- Lo ha matado el monstruo - rugió el auditorio, que cogió en volandas a Stenton en dirección a la plaza del pueblo, donde en un tiempo record, habia sido erigido un patíbulo. Por fortuna, olvidaron al elfo y el enano, que pudieron escabullirse entre la muchedumbre.
Mientras el alcalde anunciaba la sentencia de muerte y recordaba a los votantes que había sido él y no ese incompetente de la oposición, el que habia llevado ante la justicia al sanguinario monstruo, Roy aprovechó un descuido de uno de los alguaciles, para robarle una ballesta.
Corrió hacia lo alto del edificio más grande del pueblo y dió ordenes a Bolita, de que lo esperara en el callejón de al lado con un carruaje, preparado para salir corriendo a su señal.
- ... recordad queridos amigos, que se adelantan las elecciones a mañana. Os quiero. Y ahora verdugo - finalizó el alcalde - dale a ese asesino su merecido.
El verdugo accionó la palanca, que hizo desaparecer el suelo bajo los pies de Stenton. La soga apretó su cuello con fiereza. Intentó desatar sus tentáculos, pero le fue imposible. El oxigeno empezaba a faltarle. Cerró los ojos y se despidió de su amada Helena.
Sin embargo, no contaba con Roy, que con extrema punteria, lanzó una flecha contra la cuerda en el último momento, partiendola por la mitad. Stenton cayó con gran estruendo, desmoronando el patíbulo en el proceso. El elfo saltó sobre el carruaje, y apremió al desconcertado Bolita, para que se dirigiera a recoger al monstruo.
Los caballos relincharon ante el látigo del enano. Atravesando la marea humana que se arremolinaba en la plaza, consiguieron llegar a los restos del patíbulo. De un espectacular salto, Stenton se subió al carro, y el grupo se dirigió al lago a toda velocidad.
En un bosque cercano, se deshicieron del vehiculo. Pero quedaba un problema: cruzar el lago. Como si Stenton les hubiera estado leyendo el pensamiento, los cogió con sus tentaculos y se los colocó en sus hombros, adentrandose en las no tan profundas como parecian, aguas.
- La justicia lo habia condenado Roy, no deberias haber hecho nada. ¿Y si mató a aquel tipo?
- La justicia a veces se equivoca y es necesario que la gente honrada le ajuste las cuentas al juez, además, tengo muy mal perder - fue todo lo que dijo el elfo.
Dos horas despues, Stenton los dejó en la orilla opuesta y se despidió de ellos con un afectuoso abrazo.
- ¿Donde crees que irá? - pregunto Roy
- Si yo fuera él, a buscar a Helena. ¿Recuerdas la cara de felicidad que tenia cuando nos lo encontramos en el embarcadero?
Con paso firme pusieron rumbo a muerte acechante, cuya silueta podia verse en el horizonte. Cuando llegaron, les esperaba una nueva sorpresa. El pueblo estaba teñido de sangre.
- ¿Ves? - exclamó pletórico Roy - sabia que era inocente. Mira toda la sangre que hay por aquí.
- Si, eso me tranquiliza mucho.....
¿has pensado en escribir algún libro o qué? Anda que no molan tus historias!!!!! :)
ResponderEliminarSi lo haces, prometo comprar uno, ir a verte y que me lo dediques! :P
Besos!
Jajajaj gracias reina!!! pues la verdad es que he pensado en escribir más de uno. Aunque ahora estoy centrado en el juego de Jim 2.
ResponderEliminarEn cuanto escriba uno, ire a regalartelo, y te lo firmare donde quieras :D
Un beso!!