viernes, 13 de marzo de 2009

Apenas eramos unos niños

Debería crear en el blog una sección llamada "Concursos" pues mientras pierdo la aversión por el teclado, toca rellenar con otro de los muchos textos que presento a los cada vez más escasos certámenes. En esta ocasión, en la modalidad de "Usa estas 5 palabras" ¿Cuales son? A ver si lo adivináis.

Apenas eran unos niños cuando la suerte decidió que no sería su compañera de viaje. En un mundo en crisis, los lazos familiares sucumbían ante la arrolladora fuerza de la necesidad y así, una fría mañana, tuvieron que separarse en un desolado muelle.

Antón vio como la figura menuda de su hermano se iba desdibujando en el horizonte hasta zambullirse en la neblina del tiempo. Con los años, prosperó hasta convertirse en abogado. Pasaba su tiempo en el juzgado, entre apelación y apelación, sin dejar de buscarle. Finalmente, logró encontrarlo en una pequeña ciudad donde ofrecía sus servicios de gourmet.

Una noche, mientras paseaba en busca de la dirección de su casa, vio surgir de la bruma nocturna, una figura familiar. No hicieron falta palabras. El reloj retrocedió varias décadas y allí, media vida después, se abrazaron con los ojos inundados de tristeza.

- Apenas éramos unos niños...

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