Es curioso, pero si uno analiza los textos ganadores de un concurso literario al azar, encontrará con toda seguridad que el tema del mismo es un pensamiento gris, un desamor aún hiriente, una multa sin pagar... tristes motivos todos y que hacen empatizar al lector con el desdichado protagonista, arrancándole una ovación motivada por un deficit de dopamina en sangre.
Es curioso el desprecio de las artes por el humor. Ninguna comedia ha recibido el oscar, pocos comics humoristicos pueden considerarse de culto; incluso era el segundo libro de la poética de Aristóteles, dedicado a la comedia, el que terminaba con la insulsa existencia de los monjes de aquella abadía a la que insufló de vida Umberto Eco.
El drama no es un género que me motive a escribir, la verdad, quizás por eso nunca gano un sólo concurso al que me presento. En cualquier caso, he aquí otro de esos textos fallidos que se perdió en la papelera virtual de algún jurado con acertado criterio:
Subí a aquel vagón con la esperanza de encontrar una historia que atrajera la inspiración perdida. Escudriñé los rostros de los viajeros: caras cansadas, alegres, diáfanas, pensativas… Cada una escondía una vida con sus miserias y alegrías. Intenté ahondar en sus almas, pero era inútil, sólo podía verla a ella.
Habían pasado varios meses desde la ruptura y su recuerdo permanecía aferrado a mi corazón, como un peso muerto que me arrastraba a la desesperación, ante mi incapacidad de dejarla caer en el olvido.
Un niño reía, y su risa me recordaba a ella. Una pareja se hacía carantoñas junto a la puerta, y me parecía sentir en mi piel las caricias recibidas de madrugada, recostado en su regazo. Una chica se perfilaba los labios y las cicatrices provocadas por los besos que intercambiábamos al amparo de la noche, me quemaban…
Allí estaba, en ese tren, buscando una historia con la que ganar un concurso, sólo para impresionarla. Entonces me di cuenta. Había subido en busca de un hombre que me mostrara su historia, pero el hombre con una historia, era yo.
miércoles, 11 de febrero de 2009
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Pues mí me gustan tus textos, y éste me ha encantado. Deberías cuidar el uso de las comas, que a veces te pasas xDD Pero está bien escrito, el argumento mola y además es lo suficientemente dramático para ser valorado. Si no ganas es porque el jurado está comprado :P
ResponderEliminar¡¡Gracias Rizos!! Me alegro que te haya gustado. Si, la verdad es que las comas son mi perdición. A veces temo pecar por defecto y lo que hago es pasarme, pero bueno algún día alcanzaré el zen comatil :P
ResponderEliminarYo también pienso que el jurado está comprado, pero no se por qué, no acepta mis sobornos. Igual es que les ofrezco poco :P