domingo, 10 de mayo de 2009

Entrevista desde la cripta: Walt Disney

Phil: Buenas noches tengas ustedes desde sus cálidos hogares, si no tienen aire acondicionado. Hoy tengo el placer de entrevistar a todo un mito de la animación mundial. Grandes y pequeños han llorado, reído y empatado con la ternura de sus personajes, y su fama es conocida por todo ciudadano del mundo civilizado. Se trata de un caso único, pues no está muerto, ni tampoco vivo...

Me encuentro en el Centro Criogénico David Silver en Palo Alto, California, donde durante décadas, ha permanecido en estado de criostasis el gran Walt Disney, que hoy ha tenido la bondad de ofrecerme una entrevista única.

Walt Disney: No es nada. Hoy es el día en que me descongelan para limpiar la nevera. Lo suelen hacer cada diez años. Era esto o pasar el rato sentado en una silla mirando la tele.

P: Antes de nada, me gustaría saber por qué decidió congelarse.

W.D.: Bueno Phil, no es exactamente congelarse, no soy una vulgar pescadilla. Pues la verdad es que me estaba quedando calvo y por mucho dinero que se tenga, si no tienes pelo, no eres nadie. Así que decidí someterme a un proceso de criogenización en espera de que en el futuro se desarrollara un producto anticalvicie eficaz (y no, un peluquin no entra en esa definición) Pero nada, aquí estoy, cuarenta años después. Hemos ido a la luna, tenemos la mayor biblioteca del mundo en un minúsculo ordenador, podemos verle el culo a una mosca desde el espacio, Ramoncin se ha alargado el pene y todavía no han descubierto nada para que te crezca el pelo. Hay que joderse. Yo creo que es un complot de los vendedores de pelucas. Alguien tendría que investigar sus cuentas. La Bella y la Bestia va de eso.

P: ¿Cómo es la vida congelado?

W.D.: No se diferencia mucho de la de un langostino. Quiero decir, no me muevo mucho y tampoco veo nada. Antes de congelarme cierro los ojos. ¿Se imagina? Diez años con los ojos abiertos como platos; como un gilipollas... Por cierto,  ¿quiere un frigodedo?

P: No

W.D: ¿Y un frigopie?

P: No gracias.

W.D.: ¿Y un frigopen...?

P: No tengo hambre, pero se lo agradezco.

W.D: Vaya, ninguno pica...

P: Vayamos a sus inicios. ¿Cómo empezó a dibujar?

W.D.: De pequeño yo vivía en una granja y bueno, ya sabes, kilómetros a la redonda de pastos y cultivos, sin unos miseros recreativos en los que entretenerme; así que me dedicaba a putear a los animales. Un día mi padre se hartó y me dijo que hiciera algo de provecho; y como siempre he sido de llevarle la contraria, me puse a dibujar. Empecé con lo que más tenía a mano: ratones, patos, perros...

P: ¿Por qué no a personas?

W.D.: Anda, si yo supiera dibujar personas me hubiera puesto a dibujar porno, como el tío ese que creó al Pájaro Loco...

P: ¿Quién?

W.D.: Ya sabes, el viejales ese que aparecía siempre al final del episodio con una sonrisa de oreja a oreja, sentado en su despacho detrás de una mesa de caoba. No te quiero contar a quién tenia debajo y haciéndole qué, porque Olimpia Dukakis me mataría.

P: ....

W.D.: Oh, creo que he metido la pata.

P: Tranquilo. Nadie sabe quién es Olimpia Dukakis. ¿Puede resolverme una duda que siempre tuve?

W.D.: Por supuesto.

P: ¿Por qué el Pato Donald nunca lleva pantalones?

W.D.: El personaje de Donald está inspirado en mi mujer. Era una golfa. Y digo era porque hace quince años se divorció de mi y se quedó con el 40% de mi patrimonio. Ahora es una hija de la gran...

P: Comprendo... Y una más: ¿En qué animal está basado Goofy?

W.D.: Precisamente fue mi primer intento de dibujar una mujer. Durante toda mi vida dediqué ingentes esfuerzos en trazar la voluptuosa anatomía femenina con mis lápices, pero era imposible. Soy un negado. ¿Por qué cree que Blancanieves, La Cenicienta o La bella durmiente son más planas que el registro interpretativo de Lupe Velez? La única que está más o menos potente es Ariel, la sirenita, pero tiene cloaca ¡¡por dios!! ¿A qué clase de enfermo se le ocurriría algo así? Y luego dicen de mi...

P: Hablando de eso, ¿qué hay de premeditado en los mensajes sexuales que aparecen en sus películas?

W.D.: ¿A qué se refiere?

P: En la carátula de La Sirenita, en el castillo del fondo se puede ver claramente un enorme falo.

W.D.: Bueno es una torre que parece un falo ¿Y qué no tiene forma de falo hoy día? Vaya a urgencias un sábado por la noche y le contarán...

P: Pero en la canción inicial de El Rey León, se entiende claramente: Tu cuñá me jinca una mamada.

W.D.: ¿Acaso es mentira? quiero decir, todas las mujeres son cuñadas de alguien y bueno, alguna estrecha habrá, pero más o menos todas comen rabo de toro

Susan B. Anthony: Es indignante la forma en que trata usted a las mujeres. Es intolerable.

W.D.: Enséñame las tetas.

S.B.A.: ¡¡¡Grosero!!!

W.D.: Eso es que no tiene nada que enseñar. Oye Susan, ¿seguro que no quieres que te haga protagonista de una de mis películas?

S.B.A: ¡¡Insolente!! Quédese ahí mientras voy en busca del picahielo. Se va a enterar.

W.D.: No te preocupes Phil, siempre dice lo mismo, pero en cuanto ve la teletienda en el monitor de la garita del guarda de seguridad se le olvida todo. No se por qué está aquí. Personalmente creo que espera el día en que una mujer sepa aparcar.

S.B.A: Le he oído ¡¡Imbécil!!

W.D.: Yo también te quiero Susan. ¿Qué te iba diciendo?

P: Le iba a decir que esa clase de mensajes no son apropiados para los niños.

W.D.: Es que mis películas no van dirigidas a ellos. Por ejemplo, Blancanieves es propaganda anticomunista. La bruja es claramente la madre de Stalin, que está celosa de la salud de Blancanieves (la empresa privada) Llama entonces al leñador (el líder sindical) que lleva a Blancanieves al bosque para cargársela, pero tiene remordimientos porque sin ella, él se queda en la calle, ya que la bruja no le quiere para nada. Entonces Blancanieves se encuentra con los enanitos (los trabajadores) tan primarios, tan sucios, tan malencarados, pero sin embargo la cuidan y la respetan, no se tratan de aprovechar de ella, como buenos trabajadores. La bruja no puede consentir que la chica sea feliz, así que le da la manzana envenenada (la nacionalización) y se la carga.

P: ¿Y el príncipe?

W.D.: El príncipe es hacienda, que al final la jode bien.

P: Hombre así explicado tiene su lógica si.

W.D.: No, si yo pelo no mucho, pero ideas, todas las que quiera.

P: Ahora si me lo permite quiero tocar un tema escabroso sobre su vida personal.

W.D.: No diga más. Ya sé a qué se refiere. Muchos me han difamado, han manchado mi nombre con falsas acusaciones, pero quiero decirles algo a toda esa panda de cretinos. Pese a lo que puedan decir: No nací en Almeria, ¡¡mamarrachos!!

P: En realidad me refería a sus simpatías por el régimen nacionalsocialista alemán.

WD: Ah eso, pues si. Hice un viaje a Berlín a principios de los 30 y me hicieron el carné de nazi, por llevar bigote.

P: ¿Sólo por eso?

W.D.: ¿Conoce a alguien con bigote que no sea malvado?

P: ¿Super Mario?

W.D.: ¿El genocida de tortugas?

P: Hombre....

W.D.: No lo hay, se lo digo yo. ¡¡No hay!!

P: Hablemos de temas más alegres, ¿Alguna vez ha podido visitar Disneylandia?

W.D.: Sí, en una ocasión me llevaron en un carrito de los helados. Hice una buena caja.

P: ¿Sabe que hace un par de años estuve en Eurodisney?

W.D.: ¿En serio? Bravo Romeo Sierra.

P: ¿Perdón?

W.D.: Maldición, esos bastardos de Washington lo han hecho. ¿Sabes? los parques de atracciones tenían una finalidad. Todo el que entra en la atracción de "It´s a small world" sale encantado y con ganas de repetir ¿Se ha preguntado alguna vez por qué?

P: No, pero tiene razón, yo monté siete veces. Es raro.

W.D.: Pues si, porque es una gilipollez de atracción y está mal que yo lo diga, porque se me ocurrió a mi. Un paseo en barca recorriendo un suntuoso riachuelo mientras un puñado de muñecas chochonas cantan. ¿Qué emocionante no? La clave está en la canción, con ella lavamos el cerebro a todos los que se montan. Si la pones al revés, podrás escuchar el himno del Afrika Korps.

Tras la guerra, los afiliados nazis extracomunitarios no sabíamos qué hacer, así que se me ocurrió que en los parques podríamos atraer gente de forma subconsciente a nuestra causa. Quisimos abrir decenas de ellos por todo los Estados Unidos, pero no había suficiente mercado gracias a los de la Warner Brothers, además tampoco podíamos permitirnos muchos gastos. Al fin y al cabo eramos nazis, no judíos.

P: ¿Culpa entonces a la WB de frenar la expansión de su imperio?

W.D: Pues si. Los de la Warner... qué hijos de puta. Se quedaron con los animales que descarté yo, y encima tuvieron los cojones de hacer al pato negro. Eso es una provocación, no me digas. En vista de que teníamos que compartir el mercado USA con ellos, nos planteamos abrir un Disneyland en cada continente. Los chinos se resistieron a que construyéramos uno en Asia, y así empezó la guerra de Vietnam. Ya sabes que el padre de Kennedy era colega. En vista del fracaso de la guerra, en la que la Warner iba con el vietcong, decidimos construir uno más en Francia, para no levantar sospechas. Hacerlo en Alemania hubiera sido demasiado descarado.

P: ¿Está enterado de que en Madrid la WB abrió un parque de atracciones?

W.D.: Lo se, lo se. De vez en cuando mandamos a alguien para que de una paliza a Piolin. Es lo único que podemos hacer. De todas formas tampoco necesitan mucho para hundirse ellos por si mismos.

En fin, estoy empezando a sentir los dedos de los pies. Es hora de volver al frigo. ¿De verdad que no quieres un frigo...?

P: Es muy amable. Gracias por la entrevista. ¿Desea decir algo más para finalizar?

W.D.: Esto es to, esto es to, esto es todo amigos. ¡Denunciadme si podéis cabrones de la Warner!

4 comentarios:

  1. jajajaja, no me sabía nada de esto del pillín de Walt!

    ResponderEliminar
  2. xDDDD Ostras, con razón nada más salir de It's a Small World yo tenía unas ganas atroces de beberme una coca-cola :P
    Muy buena, Roboto.

    ResponderEliminar
  3. Jajaja pues si Rizos, esa atracción debe tener algo. Bueno y la aventura espacial de Buzz Lightyear también, y la casa encantada... Lo daría todo por poder volver a ese verano...

    ResponderEliminar